España recauda por impuestos más de lo que presupuesta por primera vez en una década
España ingresa 223.382 millones por impuestos en 2021, la mayor recaudación de la historia. Los recursos de 2021 fueron superiores en un 5% a 2019, un año sin crisis sanitaria
La economía española muestra síntomas de un inusitado vigor tras el trompazo del año de la Gran Reclusión. El empleo ha recuperado el nivel precovid y la recaudación tributaria se disparó como el champán recién descorchado empujando los ingresos públicos a un récord histórico. Las Administraciones Públicas ingresaron el año pasado la friolera de 223.382 millones de euros, lo que supone un incremento del 15,1% respecto al año pasado. Nunca en los registros de la Agencia Tributaria se había logrado una cosecha tan abundante. Se trata, además, de la mayor tasa de crecimiento desde 1995, cuando ar...
La economía española muestra síntomas de un inusitado vigor tras el trompazo del año de la Gran Reclusión. El empleo ha recuperado el nivel precovid y la recaudación tributaria se disparó como el champán recién descorchado empujando los ingresos públicos a un récord histórico. Las Administraciones Públicas ingresaron el año pasado la friolera de 223.382 millones de euros, lo que supone un incremento del 15,1% respecto al año pasado. Nunca en los registros de la Agencia Tributaria se había logrado una cosecha tan abundante. Se trata, además, de la mayor tasa de crecimiento desde 1995, cuando arrancan los registros públicos de Hacienda.
El caudal de ingresos ha sorprendido incluso a los responsables públicos. “Los datos de recaudación tributaria cumplieron con las previsiones presupuestarias de ingresos por primera vez en una década”, destacó la titular de Hacienda, María Jesús Montero, durante la presentación de las cifras oficiales. Desde 2010, el Gobierno no lograba cumplir el Presupuesto de ingresos. Entonces gobernaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. España vivía una etapa de transición entre la crisis financiera de Lehman Brothers, que propició el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el colapso bancario, y la crisis de deuda soberana, que se desencadenó en 2011. La ministra de la época diseñó unos presupuestos prudentes por la dura experiencia de los años anteriores, y el impulso del plan E y otros estímulos fiscales lograron hacer remontar levemente a la economía española, aunque no fue suficiente y al año siguiente los mercados financieros se cebaron con la deuda pública española. Pero eso ya es historia.
La estadística tributaria muestra que solo en la burbuja inmobiliaria, en 2010 y el año pasado los ingresos tributarios mejoraron las previsiones. Es habitual que los Gobiernos inflen los presupuestos de ingresos para cuadrar los compromisos de gastos. Lo han hecho todos los Gobiernos. Por eso, la ministra de Hacienda sacó pecho por los buenos datos resaltando que “muestran la prudencia y el realismo de las estimaciones recogidas en los Presupuestos de 2021. Este Gobierno sigue una política presupuestaria prudente y los resultados así lo avalan”, recalcó Montero, que hizo hincapié en que las cifras de recaudación “ponen de manifiesto la sólida recuperación de la economía española tras superar la fase más dura de la pandemia”.
Esta mejora de la recaudación se debe a varios motivos: en primer lugar el fuerte rebote de la actividad tras la descomunal caída del año anterior, las políticas de mantenimiento de rentas que defendió el Ejecutivo durante lo peor de la pandemia, con ayudas públicas a familia y empresas, las políticas de ERTE, que evitaron un aluvión de despidos como ha ocurrido en otras crisis en España. El afloramiento de la economía sumergida, por el repunte de la actividad y por el auge de los pagos electrónico y la caída del metálico. Todos estos factores han sido barajados por los expertos con más o menos énfasis.
Esas explicaciones justifican que el IRPF mejorase un 7,5%; el IVA, un 14,5% y los impuestos especiales, un 5%, Pero hay otra explicación que también desliza algún analista: en 2020, el año del confinamiento, los bancos y las grandes empresas aprovecharon para hacer provisiones y limpiar sus cuentas, la cosecha del impuesto de sociedades fue magra, la menor desde 1999. El año pasado sin embargo, el sector financiero y las grandes empresas del Ibex aprovecharon para lucir beneficios y contribuyeron más con el impuesto de sociedades. De hecho, la recaudación por este tributo que grava las ganancias empresariales creció un 67,9%, un ritmo sin precedente en el archivo estadístico de Hacienda.
Montero precisó que la mejora de la recaudación no se debe a la mayor inflación, ya que los datos de inflación subyacente se encuentran alrededor del 2%, por lo que el repunte de los precios se concentra en el sector energético, donde se ha producido una importante rebaja de impuestos. Sobre este último punto, las rebajas fiscales sobre la luz o las mascarillas indicó que supusieron un impacto de 2.392 millones.
Desglose de impuestos
Entrando en el desglose de la recaudación por impuestos, y tras valorar los buenos datos de empleo conocidos este jueves, Montero ha explicado que el aumento de afiliados a la Seguridad Social supone una mejora de la recaudación por el Impuesto de las Rentas de las Personas Físicas (IRPF). En concreto, la recaudación por este impuesto creció un 7,5%, hasta los 94.546 millones de euros, por encima de la previsión presupuestaria.
Destaca, por su fuerte crecimiento, la recaudación por el Impuesto de Sociedades, que se incrementó un 68% respecto al año anterior, hasta los 26.628 millones de euros. Esto se explica, según la titular de Hacienda, por la mejora de las ganancias empresariales, cuyos beneficios declarados se alzaron un 73,8%. “La recuperación no es un espejismo, sino una realidad palpable”, ha reafirmado la ministra. Asimismo, los pagos fraccionados se elevaron un 53,7%. De igual modo, con la recuperación del consumo se ha incrementado la recaudación del IVA. En concreto, por este impuesto se ingresó un 14,5% más en comparación con 2020 y un 1,3% más que en el año prepandemia.
La cifra de recaudación se sitúa así en los 72.493 millones de euros, registrándose incrementos en el pago de este impuesto tanto por parte de grandes empresas como de las pymes. En cuanto a los impuestos especiales, la evolución fue también positiva, aunque algo más modesta. Estos impuestos registraron un incremento del 5% más que el año anterior, hasta los 19.729 millones. Montero ha explicado que la recaudación por estos tributos se quedó algo por debajo de lo presupuestado por las medidas normativas aprobadas durante el año para, por ejemplo, mitigar el aumento del precio de la luz.
En concreto, la reducción del Impuesto Especial de la Electricidad del 5,11% al 0,5% a partir de mediados de septiembre ha permitido un ahorro a las familias de 333 millones de euros, que se refleja en la caída del 12,2% en los ingresos de esta figura. Sin embargo, otros impuestos especiales como el de Hidrocarburos, el Alcohol o la Cerveza sí se han incrementado como consecuencia del mayor consumo y actividad económica.