El jefe de una empresa que echó en masa a 900 empleados por Zoom se disculpa por las formas, pero mantiene los despidos
Vishal Garg, consejero delegado de Better.com, una firma estadounidense de préstamos hipotecarios, cree que no mostró “el adecuado respeto y aprecio” por los empleados a los que dejó en la calle
Vishal Garg, consejero delegado de Better.com, tardó apenas tres minutos en despedir a más de 900 empleados de esta empresa estadounidense de préstamos para hipotecas mediante una videollamada de Zoom. “Si estás en esta llamada, es que estás en el grupo de desafortunados que van a ser despedidos. Tu trabajo acaba aquí, con carácter inmediato”, espetó a los trabajadores que estaban conectados el pasado día 1. Ahora, siete días después, Garg ha ...
Vishal Garg, consejero delegado de Better.com, tardó apenas tres minutos en despedir a más de 900 empleados de esta empresa estadounidense de préstamos para hipotecas mediante una videollamada de Zoom. “Si estás en esta llamada, es que estás en el grupo de desafortunados que van a ser despedidos. Tu trabajo acaba aquí, con carácter inmediato”, espetó a los trabajadores que estaban conectados el pasado día 1. Ahora, siete días después, Garg ha divulgado en la página web de la firma un comunicado, de apenas un folio, en el que pide disculpas por cómo ejecutó los despidos, admite que se equivocó en la forma de hacerlo y reconoce que no mostró “la apropiada cantidad de respeto y aprecio” a los trabajadores que estaba poniendo en la calle, algo que hizo que se sintieran avergonzados y que empeorase la situación de unas personas que se quedaban sin trabajo en vísperas de Navidad. Pero, a pesar de todo, los despidos se mantienen.
El despido masivo por videollamada supuso dejar en la calle a cerca del 9% de la plantilla. Los elegidos fueron convocados para encontrarse virtualmente con el consejero delegado y fundador de la empresa en una videoconferencia por Zoom. Según detalló la CNN, Garg, que compareció sentado y vestido de manera informal, apenas mostró empatía con los despedidos, ante los que solo mencionó como motivo de la destitución la productividad y los resultados de la empresa. “Es la segunda vez en mi carrera que hago esto y no quiero hacerlo. La última vez lloré”, aseguró el ejecutivo sobre sí mismo. La empresa, tras divulgarse las formas en que 900 personas fueron privadas de sus puestos de trabajo, justificó la medida en la necesidad de mejorar su posición financiera “en un mercado de propiedad de viviendas que evoluciona rápida y radicalmente”.
El escándalo desatado en las redes sociales por los despidos ha forzado a Garg, de 43 años, a emitir un comunicado el que se disculpa por haber “cometido un error” en las formas en las que ejecutó y comunicó la medida; asegura que ha aprendido que las cosas no pueden hacerse de ese modo y sin empatía y, ya sí, admite la contribución de sus trabajadores al crecimiento de la compañía. La nota va dirigida a los empleados que siguen en la empresa (a los que convoca a un próximo encuentro), no a los despedidos.
“Quiero disculparme por la manera en que manejé los despidos la semana pasada”, comienza la nota. “No mostré la cantidad adecuada de respeto y aprecio por las personas que estaban afectadas (...) Yo soy el responsable de las destituciones, pero al comunicarlas cometí un error y al hacerlo de ese modo, os avergoncé. Soy consciente de que la manera en que comuniqué la noticia empeoró una situación ya de por sí difícil. Lo siento profundamente. Estoy decidido a aprender de esta situación”, concluye el comunicado.
Garg fue el protagonista de un reportaje en la revista Forbes el año pasado, en el que se le retrataba como una persona de carácter volátil e inmerso en varias batallas legales por su gestión de otras compañías, en un momento en que la empresa tecnológica financiera se preparaba para una salida a Bolsa. Entre otras pruebas, el artículo recogía un correo que había enviado a sus trabajadores en el que les decía, en mayúsculas, que eran “demasiado malditamente lentos”, les llamaba “delfines estúpidos” y aseguraba que le estaban “avergonzando”. Better.com está valorada en unos 7.000 millones de euros.