Miura 1, el primer cohete español, llegará al espacio en 2022
Con este proyecto, España entrará en el reducido grupo de países en condiciones de enviar al espacio satélites de pequeño tamaño
España se apura a convertirse en un referente internacional en el trasporte espacial. La empresa ilicitana PLD Space ha presentado este viernes Miura 1, el primer cohete espacial capaz de poner en órbita satélites de hasta 100 kilos. Este vehículo, cuyo lanzamiento está previsto para el segundo semestre de 2022, es el antecesor de Miura 5, un modelo más avanzado que se prevé que abordará su primera misión en 2024, y que podrá transportar una carga cinco veces mayor. Con estos dos proyectos, España entrará en el reducido grupo de países en condiciones de ...
España se apura a convertirse en un referente internacional en el trasporte espacial. La empresa ilicitana PLD Space ha presentado este viernes Miura 1, el primer cohete espacial capaz de poner en órbita satélites de hasta 100 kilos. Este vehículo, cuyo lanzamiento está previsto para el segundo semestre de 2022, es el antecesor de Miura 5, un modelo más avanzado que se prevé que abordará su primera misión en 2024, y que podrá transportar una carga cinco veces mayor. Con estos dos proyectos, España entrará en el reducido grupo de países en condiciones de enviar al espacio satélites de pequeño tamaño, fundamentales para sectores clave como las telecomunicaciones, la defensa y la investigación científica.
El Miura 1, de alrededor de 12 metros de altura y una masa de 2.550 kilos, estará expuesto hasta el domingo en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, donde se podrá ver de forma gratuita. Tras su paso por la capital, la nave volverá al banco de pruebas del aeropuerto de Teruel para realizar los ensayos combinados de calificación, para luego trasladarse al Centro de Experimentación de El Arenosillo de Huelva, donde se someterá a los ensayos de compatibilidad con toda la infraestructura terrestre. Una vez que esté validada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), desde este complejo la nave hará su primer vuelo, en la que será la primera misión de despegue de un cohete europeo de la historia. Según las previsiones, alcanzará una altura de 150 kilómetros para aterrizar con un paracaídas en el Atlántico, a unos 70 kilómetros del punto de su lanzamiento, desde donde será recogido en barco.
Este cohete es la culminación de un sueño que comenzó hace 10 años. “PLD Space se fundó gracias a la pasión de dos jóvenes de Elche que tenían la ilusión de poder llegar al espacio e identificaron la visión de una nueva industria”, ha recordado Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de la compañía. Aunque no ha sido un camino sencillo, la firma se ha convertido en un actor de referencia en el sector espacial, a través de sus cohetes reutilizables para el lanzamiento de satélites en órbita.
“Cuando Cristóbal Colón pensaba ir a India y se fue al otro lado del Atlántico, no se esperaba encontrarse con América. Iba hacia lo desconocido, al igual que nosotros. No sabíamos lo que teníamos por delante”, apunta Raúl Torres, uno de los dos socios fundadores, que también ha confesado que con 14 años dedicaba la paga que sus padres le daban a experimentos aeroespaciales. Con respecto al acrónimo de la empresa, más allá del significado de las siglas en inglés, el ingeniero ha explicado que la “P” está por pasión, la “L” por liderazgo —tanto dentro del equipo como con las instituciones con las que colaboran— y la “D” por determinación.
Para hacer realidad este proyecto pionero en la carrera espacial europea, la sociedad ha contado con más de 36 millones de euros de inversión. Entre los inversores públicos, que representan un 20% de las subvenciones, están el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), la Agencia Espacial Europea y la Comisión Europea. Entre los privados destacan empresas de la industria aeroespacial como GMV o Aciturri, fondos familiares y varios business angels. Aunque Miura 1 está completamente financiado, la compañía ya trabaja en una nueva ronda de inversiones para Miura 5, que será alrededor de los 100 millones de euros y para la que solicitará una vez más la ayuda de las instituciones. Este cohete, que contará con el 70% de la tecnología implementada en Miura 1, previsiblemente abordará las operaciones comerciales en 2024.
Los socios fundadores han hecho también hincapié en que las puertas del sector aeroespacial siempre están abiertas para captar nuevos talentos. “Hacen falta muchos ingenieros con vocación y ganas de bajar al barro, pero también jóvenes de formación profesional. En la realización de un cohete, los técnicos pueden tener hasta un 40% de participación”, concluye Torres, tras recordar que el próximo año la compañía tiene previsto incorporar más de 100 nuevos profesionales, duplicando su plantilla actual.
Han asistido a la presentación de MIURA 1 el director del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, José María Salom Piqueres, y el jefe de la Oficina de Coordinación de Iniciativas Estratégicas asociadas a Fondos Europeos de CDTI, Jorge López, entre otras personalidades del sector. Se preveía que también estuviera Diana Morant, ministra de Ciencia, aunque al final no ha estado presente.
Un informe de la consultora estadounidense Bryce notifica que el sector aeroespacial ha ingresado 371.000 millones de dólares (alrededor de 320.000 millones de euros) en 2021. La industria de los satélites, que representa un 74% de la economía del espacio, ha facturado 271.000 millones de dólares (237.000 millones de euros), igual que en 2020.
Actualmente, alrededor de la Tierra orbitan más de 3.500 satélites, según la Nasa. Como recuerda el otro socio fundador de PLD Space, Raúl Verdú, tienen una infinidad de aplicaciones. “A quién se pregunta para qué sirven los lanzadores, siempre les digo: ‘si habéis venido aquí con el GPS o si invertís en bolsa, usáis infraestructura espacial’”, matiza el ingeniero. Sin embargo, el presidente ejecutivo de la empresa recalca que gran parte de la opinión pública desconoce los avances del sector. “Todavía se ve como una industria lejana. Hay muchas tecnologías por detrás que no son visibles y que requieren un esfuerzo de coordinación muy importante. Aunque, la gente está empezando a valorar este mundo como un negocio que comercialmente es muy prometedor”, apunta Sánchez en una conversación telefónica con este periódico.