Aena propone una subida del 5% de las tasas aeroportuarias hasta 2026 pese a la pandemia
El gestor aeroportuario reducirá las inversiones a la mitad y pedirá una compensación por la covid-19 que deberán pagar las aerolíneas
Aena ha propuesto una subida del 5% de las tasas aeroportuarias que cobra a las aerolíneas hasta 2026, con aumentos graduales en los próximos cinco años que van desde una media del 0,52% interanual en los primeros cuatro años hasta el 3,27% en el último año, según consta en la propuesta del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA II) 2022-2026 que ha hecho el gestor aeroportuario, que debe ser ahora aprobado o, en su caso, modificado por el Gobierno previo dictamen del regulador ant...
Aena ha propuesto una subida del 5% de las tasas aeroportuarias que cobra a las aerolíneas hasta 2026, con aumentos graduales en los próximos cinco años que van desde una media del 0,52% interanual en los primeros cuatro años hasta el 3,27% en el último año, según consta en la propuesta del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA II) 2022-2026 que ha hecho el gestor aeroportuario, que debe ser ahora aprobado o, en su caso, modificado por el Gobierno previo dictamen del regulador antes de su entrada en vigor.
Tras un escenario de bajada de tarifas del 11% en los últimos cinco años (2017-2021), Aena se desmarca proponiendo este considerable aumento de las tasas en plena pandemia, con el tráfico aéreo hundido y aun reconociendo que la actividad no se recuperará al menos hasta 2025, lo que encarnizará aún más el conflicto que mantiene con las aerolíneas. Y es que la propuesta ha caído como un jarro de agua fría entre las compañías aéreas, que sufrieron en 2020 el peor ejercicio de su historia con pérdidas récord, y afrontan los próximos años con la incertidumbre de una lenta recuperación del tráfico debido a la pandemia.
El gestor aeroportuario ha confirmado además que repercutirá a las aerolíneas los gastos de las medidas de control sanitario de los viajeros contra la pandemia, sobre todo de vuelos internacionales, que solo entre 2020 y hasta 2022 se elevan a 200 millones de euros, tal y como adelantó este martes EL PAÍS. Por si fuera poco, la empresa semipública va a solicitar al Gobierno una compensación económica por los efectos que ha tenido en sus ingresos la crisis del coronavirus. Pero esa compensación, aún por determinar, no correrá a cargo del Estado, sino que se cargará en las tasas aeroportuarias a partir de 2027, cuando se inicie el DORA III. Es decir, si prosperan los planes de Aena, las aerolíneas recibirán un triple rejón: deberán pagar un 5% más de tasas hasta 2026, asumir los costes de los controles sanitarios instalados en los aeropuertos y otra subida de las tasas a partir de 2027. Y, en último término, serán los viajeros los que deberán asumir ese incremento de tasas en sus billetes.
Las tarifas de los servicios aeroportuarios básicos que presta Aena están condicionadas por un ingreso máximo anual por pasajero (IMAP) basado en la recuperación del coste de explotación y de una remuneración de los activos que prestan esos servicios (a través del coste de capital). Sobre el IMAP se aplican parámetros de actualización que establecen el ingreso máximo anual ajustado (IMAAJ). La propuesta de IMAP para el DORA II realizada por Aena por ejercicios es la siguiente: para el año 2002, 9,94 euros por pasajero; año 2023, 9,99 euros; año 2024, 10,05 euros; 2025, 10,10, euros; 2026, 10,43 euros.
Fuentes de Aena señalan que en el primer año se produce una bajada de tasas, si se toma en cuenta el IMAAJ ajustado de 2021, que se fijó en 10,27 euros por pasajero. Sin embargo, ambos datos no son comparables debido a que el IMAP de 2022 también sufrirá ajustes, pero muy previsiblemente al alza. Por lo pronto, se añadirán 0,35 euros por pasajero de los costes sanitarios, lo que arrojaría un IMAAJ de 10,29 euros. La cifra comparable es el IMAP de 2021, que fue de 9,89 euros y, por tanto, también se produce un aumento en el primer año.
Aena defiende que su propuesta supone “congelar prácticamente las tarifas hasta que en 2026 esté recuperado el tráfico prepandemia”, indicaron fuentes de la empresa. La legislación prohíbe aumentar las tasas hasta 2025, por lo que va a solicitar al regulador un permiso excepcional para elevarlas levemente (un 0,52% anual) los primeros cuatro años del periodo del DORA II. Asimismo, el gestor aeroportuario apela al artículo 27 de la Ley 18/2014 que recoge que tiene derecho a una compensación si se dan circunstancias excepcionales, entre las que se encuentra una caída del tránsito de viajeros de más del 10%. “La compensación se aplicaría en 2027, también con tráfico recuperado, para ayudar en la medida de lo posible a la recuperación”, señalaron las mismas fuentes.
Por su parte, las aerolíneas no han recibido bien la propuesta de Aena y piden la congelación de tarifas para todo el periodo, “máxime en una situación de crisis, en que cualquier aumento no beneficia al sector que ya ha sufrido pérdidas millonarias”, señaló a este diario Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Tráfico e inversiones
Aena admite en el DORA II que la recuperación del tráfico aéreo será muy lenta, en los peores escenarios dibujados por las asociaciones internacionales de aeropuertos (ACI) y aerolíneas (IATA). Así, los 274 millones de pasajeros que pasaron por los aeropuertos españoles en 2019 no se recuperarán hasta 2025, cuando se espera alcanzar los 270 millones. Para este ejercicio pronostica 137 millones, menos del doble de los 76 millones que se alcanzaron en 2020, el año del confinamiento.
Por eso, reducirá las inversiones a la mitad respecto al último quinquenio, por un importe total de 2.250 millones para el conjunto del periodo 2022-2026, a una media de 450 anuales. Además, y tal y como anunció en la presentación de resultados el presidente de Aena, Maurici Lucena, propondrá retrasar tres años el inicio de los planes de ampliación de los dos mayores aeropuertos del país, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, y no comenzará hasta finales de 2024 o principios de 2025. Estas obras se llevarán el 17% de la inversión prevista, alrededor de 380 millones.
Tras el periodo de consultas con las aerolíneas que ha tenido lugar en los últimos dos meses, Aena presentará ahora su propuesta a la Dirección General de Aviación Civil del Ministerio de Transportes y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La última palabra la tendrá el Gobierno, que debe aprobar el documento definitivo en Consejo de Ministros el próximo mes de septiembre.