Financiación a la medida de las pymes
Tresmares, plataforma impulsada por el Banco Santander, ofrece diferentes opciones de crédito
En diciembre de 2019, Banco Santander anunció el lanzamiento de Tresmares, una plataforma cuyo objetivo es facilitar a las empresas fórmulas alternativas a la financiación tradicional que van desde deuda privada o personalizada hasta mecanismos de participación en el capital. Para poner en marcha el proyecto, llegó a un acuerdo con un equipo de gestores especializados en pymes. Este equipo está liderado por Borja Pérez Arauna (presidente) y Borja Oyarzábal (consejero delegado), que de...
En diciembre de 2019, Banco Santander anunció el lanzamiento de Tresmares, una plataforma cuyo objetivo es facilitar a las empresas fórmulas alternativas a la financiación tradicional que van desde deuda privada o personalizada hasta mecanismos de participación en el capital. Para poner en marcha el proyecto, llegó a un acuerdo con un equipo de gestores especializados en pymes. Este equipo está liderado por Borja Pérez Arauna (presidente) y Borja Oyarzábal (consejero delegado), que desde 2003 son los responsables del fondo Qualitas Equity.
“En nuestra trayectoria nos hemos dado cuenta de que en la industria financiera se habla sobre todo de producto. Queremos romper con eso y establecer con el cliente una relación de socios a largo plazo, ofreciéndole en cada momento el tipo de financiación que necesite. Nuestro modelo da la vuelta a lo tradicional y ofrece financiación a medida del empresario y no del producto que tenga la entidad”, resume Oyarzábal.
Tresmares usa modelos de inteligencia de mercado para identificar cuáles son los sectores de la economía española con mayor potencial de crecimiento y, dentro de esas industrias, cuáles son las empresas líderes. La plataforma está pensada sobre todo para pymes con un beneficio bruto de explotación (ebitda) de entre uno y siete millones de euros. Actualmente, su modelo ha identificado 105 tendencias de alto potencial, en industrias tan dispares como la genómica o la fertilización orgánica, y siguen de cerca a unas 1.200 compañías. “Cuando encontramos una pyme con capacidad de liderazgo nos sentamos con ellos y, en lugar de ofrecerles un esquema de financiación concreto, trabajamos en un plan de negocio, vemos qué necesidades pueden tener y luego hablamos ya de soluciones concretas. A veces puede pasar hasta un año hasta que concretamos la ayuda. Y esta puede ser un simple apoyo a su circulante y otras veces estructuras de capital más complejas”, dice Oyarzábal.
La vocación de Tresmares, aunque puedan entrar en el capital de sus clientes, es principalmente de acompañamiento, dejando la gestión en manos de los dueños de la pyme. Sin embargo, sí les asesoran en materias como la estrategia comercial, los sistemas de contratación o la internacionalización. Este último aspecto es, en su opinión, uno de los grandes obstáculos a superar para que las pymes españolas ganen tamaño: “Tras la crisis financiera las empresas empezaron a exportar, pero más por necesidad que por convencimiento. Hay que abrirse más al exterior”.
La llegada de los fondos europeos para la reconstrucción económica plantea, según Oyarzábal, dos tipos de retos. “A largo plazo hay que abrir un debate alejado de las tensiones partidistas políticas sobre qué país queremos dejar a nuestros hijos, identificando aquellos sectores en los que España tiene que estar sí o sí. A corto y medio plazo, el dinero europeo plantea el reto de transformar nuestro sistema financiero. Tenemos un modelo muy bancarizado donde es fácil la intervención vía deuda, pero el gran déficit de nuestro ecosistema empresarial es la aportación de capital. Calculamos que España necesita entre 30.000 y 40.000 millones de euros en capital adicional”, asegura el directivo.
El lanzamiento de Tresmares coincidió con el estallido de la pandemia. Aun así, en 2020 invirtieron unos 300 millones y esperan que en 2021 su balance se aproxime a los 600 millones. La rentabilidad de la plataforma está vinculada a los diferentes productos que ofrecen. “En productos con rentabilidad bancaria esta oscila entre el 2% y el 3%, para productos de más largo plazo la rentabilidad crece entre 200 y 300 puntos y es aún mayor en productos de capital”.