España presiona para acelerar la reforma de las reglas fiscales de la Unión Europea
El Gobierno quiere que se aborde la revisión este semestre para que las nuevas normas se apliquen antes de que vuelva a entrar en pleno funcionamiento el Pacto de Estabilidad y Crecimiento
España mueve ficha ante la revisión de las reglas fiscales que prepara Bruselas. El Ejecutivo presiona para que este semestre arranque la reforma de las normas que determinan el margen de maniobra de las finanzas de los países miembros. Según fuentes del Ministerio de Economía, la intención es que esos cambios estén a punto cuando vuelva a aplicarse el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La Comisión Europea ...
España mueve ficha ante la revisión de las reglas fiscales que prepara Bruselas. El Ejecutivo presiona para que este semestre arranque la reforma de las normas que determinan el margen de maniobra de las finanzas de los países miembros. Según fuentes del Ministerio de Economía, la intención es que esos cambios estén a punto cuando vuelva a aplicarse el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La Comisión Europea ya anunció que quiere impulsar ese debate en paralelo a la revisión a fondo que el Banco Central Europeo está llevando a cabo de su estrategia para lograr la estabilidad de precios.
La UE tiene ante sí una primavera intensa, en la que deberán aprobarse los planes de recuperación, ponerse en marcha el fondo europeo de reconstrucción y abordarse dos asuntos espinosos: la reactivación de las reglas fiscales y su reforma. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha recordado que el Ejecutivo comunitario deberá hacer una propuesta en las próximas semanas sobre si mantener o no más tiempo la barra libre para los Estados, que posteriormente deberá ser refrendada por los Veintisiete. Y veladamente ha sugerido que Bruselas podría proponer otro año sin ataduras para 2022. “Lo que está claro en estas Previsiones económicas [presentadas este jueves en Bruselas] es que nuestras dificultades económicas no acabarán el 31 de diciembre de este año”, ha sostenido.
Pero el meollo está en la reforma de las reglas fiscales, en especial cuando los países de la UE cerrarán, en conjunto, este año con un déficit del 9% y una deuda del 111%. Francia ha sido hasta ahora el país más claro a la hora de pedir una reforma de las reglas fiscales, aunque en Berlín empieza a extenderse la opinión de que la magnitud de la crisis impone esos cambios. “Después de la pandemia, muchas cosas serán completamente diferentes a como eran antes”, advertía el presidente del Bundestag y exministro alemán de Finanzas Wolfgang Schäuble en una entrevista reciente en Financial Times.
España ahora también presiona hacia esa dirección. Fuentes del departamento que dirige la vicepresidenta Nadia Calviño creen que esa reforma debe “adelantarse lo máximo posible” para que las nuevas normas se apliquen cuando se reactive el pleno funcionamiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Desde el Ministerio había la convicción ya hace tiempo de que las actuales reglas –que exigen un vademécum de más de cien páginas— presentan “problemas de aplicación”, en especial a causa de la maraña de variables e indicadores inobservables, que además era una fuente de disputas entre Madrid y Bruselas.
Nuevo contexto
Según estas fuentes, la crisis ha “reforzado” esa necesidad, puesto que la UE se halla en un “marco diferente” que complica la consecución de la regla de situar la deuda en el 60% del Producto Interior Bruto al ritmo que fijan las reglas. “Hay un marco sobre la sostenibilidad de la deuda distinto y un entorno de tipos de interés negativos también distinto”, añaden estas fuentes.
La posición de España coincide con la de Portugal, que tiene la presidencia de turno de la UE y quiere abrir el debate al considerar que la UE no puede regirse con las mismas normas tras haber pasado por las dos peores depresiones desde la Segunda Guerra Mundial, con deudas históricamente elevadas y tipos negativos.
Este año hay, sin embargo, dos elecciones –en Países Bajos y Alemania— que pueden retrasar el debate. Por ello, fuentes comunitarias consideran que el debate podría abordarse en su plenitud en el primer semestre de 2022, bajo la presidencia francesa. España, sin embargo, apuesta por intentar un acuerdo antes de la interrupción que supondrá la elección de la persona que sucederá a Angela Merkel.