Naturgy perdió 347 millones en 2020 tras revisar por segunda vez en tres años la valoración de activos
El grupo, que mantiene el dividendo, retrasa la revisión del plan estratégico por la opa lanzada por el fondo IFM
Naturgy registró unas pérdidas de 347 millones de euros el año pasado frente a unas ganancias de 1.401 millones del ejercicio anterior. Este deterioro se debe a una nueva revisión en la valoración de activos, principalmente de generación convencional en España, por valor de 1.343 millones. Según la empresa, este cambio se centra en el objetivo de proporcionar una valoración de sus activos “más transparente y ajustada al escenario energético actual”. Asimismo, atribuye estos resultados al fuerte...
Naturgy registró unas pérdidas de 347 millones de euros el año pasado frente a unas ganancias de 1.401 millones del ejercicio anterior. Este deterioro se debe a una nueva revisión en la valoración de activos, principalmente de generación convencional en España, por valor de 1.343 millones. Según la empresa, este cambio se centra en el objetivo de proporcionar una valoración de sus activos “más transparente y ajustada al escenario energético actual”. Asimismo, atribuye estos resultados al fuerte impacto derivado de la covid-19, que ha supuesto “uno de los años más complicados” con una caída generalizada de la demanda y una depreciación relevante en países clave de Latinoamérica, mientras el complejo escenario del gas natural licuado (GNL) se ha vuelto “más desafiante”.
De esta revisión de los activos, un total de 1.145 millones corresponden principalmente a la generación convencional en España y 198 millones a las actividades de gas en Argentina, lo que ha trasladado a un impacto de 1.019 en el beneficio neto del grupo que preside Francisco Reynés, que ya realizó una revalorización nada más asumir el cargo en 2018. Entonces la depreciación fue de 4.900 millones.
El consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas el pago de un dividendo de 0,63 euros por acción que se abonará durante el primer trimestre de este año. Este pago su sumará a los dos primeros dividendos a cuenta de 2020 (de 0,31 euros y 0,50 euros por acción, respectivamente), con lo que totaliza 1,44 euros por acción.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 3.449 millones, un 18,9% menos que los 4.252 millones de un año antes. Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario ascendió a 872 millones, un 36,7% menos, mientras que su Ebitda ordinario alcanzó los 3.714 millones, un 14,6% menos. El Ebitda ordinario se situaría en los 3.964 millones, con lo que el grupo señala que cumple con las previsiones para 2020, que ya había revisado a la baja el pasado verano por la crisis por un valor de 4.000 millones.
La firma ha procedido a reformular estos resultados según su nueva estructura organizativa (Gestión de la Energía y Redes; Renovables, Nuevos Negocios e Innovación; y Comercialización) y la venta de la participación de la chilena CGE, acordada en noviembre con la empresa china State Grid por 2.570 millones y unas plusvalías de 400. Asimismo, supone la reducción de la deuda de unos 4.000 millones.
Reynés subrayó “la capacidad de adaptación que ha demostrado Naturgy en este difícil contexto y cómo la compañía ha destacado en el escenario energético a nivel internacional frente al resto de competidores, gracias a su crecimiento en tecnologías limpias y su apuesta por nuevos negocios, como es el gas renovable, impulsando la digitalización e innovación en todas las áreas del grupo”.
En ese contexto, la inversión total ascendió a 1.279 millones, con un recorte del 24,1% respecto al año anterior, debido a las menores inversiones de crecimiento en las redes de gas en España como resultado de los meses de confinamiento y a la ralentización temporal de los desarrollos renovables en el país. Por su parte, la deuda neta ascendía a 13.612 millones a cierre de 2020, aunque sin reflejar todavía los 2.570 millones esperados de la culminación de la venta de CGE Chile, aunque si recoge la desconsolidación de la deuda neta de la empresa chilena por importe de 1.316 millones. De esta forma, la ratio deuda neta/Ebitda se situó en 3,9 veces, algo superior si se compara con las 3,6 veces a cierre del 31 de diciembre de 2019.
Naturgy ha informado también de que prevé inversiones de 13.000 millones en los próximos años relacionados con distintos proyectos en España ligados a los fondos europeos NextGeneration. En 2020, Naturgy cerró un acuerdo con ENI y la República Árabe de Egipto para resolver las disputas que afectaban a Unión Fenosa Gas (UFG), y que espera completar durante los primeros meses de este año.
Estas operaciones han permitido a la compañía volcarse más en renovables, con un aumento de la cartera de proyectos en cerca de nueve gigavatios (GW), aumentando su presencia en Australia, donde elevará su capacidad instalada hasta los 700 megavatios (MW) y desembarcando en Estados Unidos con la compra de una cartera de proyectos de ocho GW en energía solar y cinco GW en almacenamiento. Además, resultó adjudicataria de un total de 235 MW (38 MW eólicos y 197 MW fotovoltaicos) en la reciente subasta de energías renovables celebrada por el Gobierno de España. Este año prevé invertir en renovables unos 1.000 millones, según anunció Reynés a los analistas.
Retraso del plan estratégico
Precisamente, en la reunión con analistas, estos dedicaron gran parte de ella a la opa anunciada por el fondo australiano IFM para hacerse con casi un 22,7% del capital social de la compañía. Reynés insistió en que se enteró de la oferta “poco antes” de que se anunciara, por lo que aseguró que el conocimiento por la empresa de la oferta es “muy débil” para tener tomada una posición, que se conocerá en su momento y “cuando sea legalmente preceptivo”. En ese sentido, reseñó que IFM no había “pedido información ni recibido por parte de la energética”.
La opa del fondo australiano se conoció el pasado 26 de enero. La oferta es de 23 euros por acción, lo que implica un desembolso máximo de 5.060 millones de euros. El éxito de la oferta está condicionado a lograr, al menos, una aceptación del 17%. La operación debe seguir los plazos establecidos, ya que tendrá que presentarse a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la solicitud de la OPA, para lo a que tiene de plazo hasta el 26 de febrero.
Reynés, ante preguntas de los analistas, evitó pronunciarse sobre la postura que puedan tener sus principales accionistas, tanto Criteria (24,8%) como los fondos CVC (20,4%) y GIP (20,4%). “Puedo hablar en nombre de Naturgy y de su consejo, pero no por parte de los accionistas”, afirmó para luego cambiar de tercio y subrayar que “el grupo seguirá operando en el negocio como siempre, en el mejor interés de sus accionistas”.
Lo que sí reconoció Reynés es que la opa ha determinado la celebración del Capital Markets Day, previsto en principio para este trimestre, en el que la empresa va a actualizar su plan estratégico. El plan decidirá el volumen de inversiones y su destino y, según el propio Reynés, la compañía invertirá al menos 1.000 millones de euros en este ejercicio para impulsar su apuesta por las renovables, repartidos a partes iguales de entre España, Australia y Estados Unidos. Además, manifestó que Naturgy proseguirá con su estrategia de rotación de activos, tras el último movimiento con la venta de su negocio de redes eléctricas en Chile a la china State Grid. El propósito es recuperar el ritmo inversor, que en 2020 descendió un 24% hasta 1.279 millones por el impacto de la crisis.