Opinión

Aún estamos a tiempo

Las nuevas matriculaciones retrocedieron un 51,5% en enero, en parte por la incorporación del sistema de medición de emisiones WLTP, pero es posible revertir la situación

Aparcamiento de coches nuevos del grupo Tradisa, en Sant Boi del Llobregat.MASSIMILIANO MINOCRI

Las matriculaciones de automóviles cayeron un 51,5% durante el pasado mes de enero, un descenso nueve veces superior al registrado en otros países europeos de nuestro entorno, como Francia. Buena parte de esta caída se explica por el efecto negativo de la subida del impuesto de matriculación tras la entrada en vigor del nuevo sistema de medición de emisiones WLTP.

Un desplome del mercado de esta magnitud es muy mala noticia para toda la economía del país. Solo en enero se han dejado de recaudar 150 millones de euros en impuestos sobre el vehículo. Asusta pensar lo que pasaría de mantene...

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Las matriculaciones de automóviles cayeron un 51,5% durante el pasado mes de enero, un descenso nueve veces superior al registrado en otros países europeos de nuestro entorno, como Francia. Buena parte de esta caída se explica por el efecto negativo de la subida del impuesto de matriculación tras la entrada en vigor del nuevo sistema de medición de emisiones WLTP.

Un desplome del mercado de esta magnitud es muy mala noticia para toda la economía del país. Solo en enero se han dejado de recaudar 150 millones de euros en impuestos sobre el vehículo. Asusta pensar lo que pasaría de mantenerse esta tendencia en los próximos meses. Dada la situación de la economía y de las cuentas públicas, ¿nos lo podemos permitir?

Esta caída del mercado tiene consecuencias sobre el empleo. Los concesionarios pueden perder en torno a 18.000 puestos de trabajo. Después vendrán otras actividades de la cadena de valor de la automoción y el impacto sobre el empleo llegará a las fábricas, puesto que mantener la actividad industrial requiere un mercado fuerte. ¿Nos lo podemos permitir?

España no tiene centros de decisión en la industria automotriz, que mantiene su “milagro” gracias a los excelentes niveles de competitividad. Las grandes corporaciones tienen sobre la mesa en estos momentos planes de renovación industrial y adjudicaciones de nuevos modelos, eléctricos en su mayoría, para los próximos años. Apostarán, obviamente, por países donde el automóvil no sea un sector penalizado. España no es ahora mismo percibido como un país amigable con la automoción, y eso pone en serio riesgo nuestra industria. ¿Nos lo podemos permitir?

Los coches que se venden en España emitían exactamente el mismo CO2 a 31 de diciembre de 2020 que a 1 de enero de 2021. ¿Por qué se ha subido el impuesto de matriculación atendiendo exclusivamente a criterios ideológicos? ¿Por qué España es el único país productor de Europa que no ha adecuado los tramos del impuesto de matriculación para adaptarse al WLTP? ¿Nos podemos permitir poner en riesgo el sector industrial más importante de nuestro país meramente por cuestiones ideológicas?

Los fabricantes de automóviles estamos no solo alineados, sino plenamente comprometidos con los objetivos de descarbonización del Gobierno y con la electrificación del parque de vehículos. Esto último requiere programas de estímulos a la compra y al desarrollo de infraestructuras, más potentes y más estables, que aceleren la adopción de la ya amplia oferta de coches electrificados.

El compromiso del sector es incuestionable, pero es inasumible la cerrazón de no modificar los tramos del impuesto de matriculación, por motivos exclusivamente ideológicos, dificultando así la renovación del envejecido y contaminante parque automovilístico español.

Urge instar a Pedro Sánchez a que, como presidente del Gobierno, intervenga para revertir la situación. La solución está en sus manos, y aún está a tiempo de poner fin a este disparate que frena la reducción de emisiones del parque de vehículos, con un impacto brutal sobre el empleo, la economía e incluso la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades. El automóvil tiene un efecto tractor formidable sobre otra veintena de sectores. Cuanto antes se recupere el sector del automóvil, antes se recuperará España. Aún estamos a tiempo.

Francisco Pérez Botello es presidente de Volkswagen Group España Distribución

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