Las cinco claves con las que el FMI muestra las carencias de España para capear la crisis

El organismo afea el abuso del empleo temporal y el desempleo juvenil, y teme que si no se reparan las vulnerabilidades del sector empresarial se dispare la insolvencia

Trabajadores de la hostelería se concentran este viernes frente al Ayuntamiento de Bilbao.Miguel Toña (EFE)
Madrid -

El Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a tener a España entre ceja y ceja con respecto a las medidas políticas que está implementando para tratar de contener la segunda ola del coronavirus, y que, sin embargo, le han convertido en uno de los países europeos que más duramente está sufriendo ―tanto sanitaria como económicamente― los efectos de la nueva sacudida. En un extenso estudio publicado este viernes, el FMI no solo retrata algu...

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a tener a España entre ceja y ceja con respecto a las medidas políticas que está implementando para tratar de contener la segunda ola del coronavirus, y que, sin embargo, le han convertido en uno de los países europeos que más duramente está sufriendo ―tanto sanitaria como económicamente― los efectos de la nueva sacudida. En un extenso estudio publicado este viernes, el FMI no solo retrata alguno de los males estructurales que lastran la recuperación de la economía española ―como el abuso del empleo temporal y la alta vulnerabilidad de las pequeñas y medianas empresas, principales generadoras de empleo―, sino que también detalla una serie de medidas políticas que deberían aplicarse tanto para motivar un pequeño alivio actual, como para generar en un futuro cercano un pertinente acelerón que le aleje del furgón de cola del tablero europeo.

El organismo que dirige Kristalina Georgieva apoya las recomendaciones que plantea en su estudio a partir de cinco puntos clave. El primero tiene que ver con el nivel de contracción de la economía ―que se mantiene un 8,7% por debajo de su nivel de hace un año―, y que el FMI atribuye, entre otros motivos, a la aparición masiva de los rebrotes y al impacto del virus sobre el sector servicios. “La magnitud de la caída refleja la propagación a gran escala de infecciones, que requirió estrictas medidas de bloqueo. También influyeron las características estructurales que hacen que la economía española sea vulnerable a las perturbaciones”, remarca, antes de apuntar al turismo como otro de los focos que han agravado la situación global.

“Los sectores de servicios que han tenido un contacto intenso como el turismo, que representa alrededor del 12% de la economía española, se vieron especialmente afectados”, puntualiza. Sin embargo, las enormes dificultades por las que atraviesan las pequeñas y medianas empresas, “que contribuyen a más del 70% del empleo y están luchando por mantenerse a flote”, son también otro de los puntos clave en el análisis del órgano internacional. Del mismo modo, el FMI no se olvida del “abuso” del empleo temporal que se produce en España, y que representó "la mayor parte de las pérdidas de empleo”.

En cuanto a la reacción de las autoridades españolas, el informe les concede que proporcionaron a las empresas “un rápido apoyo a los ingresos y la liquidez para limitar las consecuencias de la pandemia”. Igualmente reconoce que “el esquema de trabajo de jornada reducida (a través de los ERTE) benefició alrededor del 22% de los trabajadores asalariados en su apogeo”, y que las garantías de préstamos públicos se dirigieron a las pequeñas empresas. A pesar de ello, sugiere que a corto plazo “debe mantenerse un apoyo fiscal flexible y ágil”, y con el tiempo “las medidas deberían volverse cada vez más específicas, con un enfoque en los grupos vulnerables y las empresas viables”.

A pesar de compartir, en cierta forma, los primeros movimientos del Gobierno español, el FMI enfoca los próximos pasos que debería realizar hacia el refuerzo de las vulnerabilidades del sector empresarial, que considera una tarea prioritaria. “Teniendo en cuenta el impacto de las medidas políticas, se estima que la proporción de la deuda en riesgo de las empresas vulnerables aumentará en 7 puntos porcentuales, alrededor del 37%”, lo que “resalta su importancia”. De no abordar estos problemas, “las deficiencias en los marcos de insolvencia debilitarán la capacidad de la economía para hacer frente a una posible ola de impagos", pronostica. "Una lenta reestructuración de la economía podría frenar la rentabilidad y la inversión de las empresas, reduciendo el crecimiento potencial del país”, añade.

Ateniéndose a los 72.000 millones de euros que recibirá España por parte la UE y que canalizará a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía, el FMI califica de “oportunidad excepcional” para “proporcionar un impulso a la demanda para respaldar la recuperación”, y para “cerrar brechas en infraestructura verde y capital humano”. El punto más verde del informe sugiere a España que el sector de la construcción ―particularmente el de vivienda residencial― podría ser uno de los principales beneficiarios “de una inversión pública compatible con el clima y que requiera mucha mano de obra”.

Tampoco resulta ajena para el FMI la situación de los jóvenes en cuanto al acceso y su mantenimiento en el mercado laboral. Es aquí donde afea a España el uso abusivo del empleo temporal, y le sugiere que de cara al futuro debe mejorar la empleabilidad de los trabajadores “mediante mejores políticas activas del mercado de trabajo”, y ofrecer "una formación profesional más específica”. Asegura que estas dos mejoras “serán claves para una mayor inclusión social”.

Más allá de los daños en el tejido empresarial y en el mercado laboral, el coronavirus también ha producido un aumento de la brecha de género según el Fondo. Apunta, en esta línea, que “las mujeres son particularmente vulnerables a las consecuencias económicas de la pandemia", y destapa que en España “alrededor del 29% de las mujeres tienen empleos que se vieron más afectados por el distanciamiento social y los encierros, frente al 21% de los hombres”. De sus investigaciones internas también se descubre que al comienzo del confinamiento las mujeres españolas trabajaban al menos dos horas más de tareas domésticas no remuneradas todos los días que los hombres. “Impulsar el apoyo a la familia y el cuidado infantil y promover acuerdos laborales flexibles son las prioridades clave para lograr una mayor igualdad de género”, conviene.

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