Abengoa se plantea abandonar Andalucía como medida de presión a la Junta
La empresa comunica a la CNMV que todavía no ha recibido compromiso alguno del Gobierno andaluz
Abengoa ha comunicado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que todavía no ha conseguido ningún avance en la negociación con la Junta de Andalucía sobre los 20 millones de euros que precisa para cerrar su plan de reestructuración. De no recibir el dinero, la compañía se verá abocada a tomar la decisión drástica de presentar el concurso de acreedores que ha evitado durante los últimos cinco años y quedaría supeditada a la administración judici...
Abengoa ha comunicado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que todavía no ha conseguido ningún avance en la negociación con la Junta de Andalucía sobre los 20 millones de euros que precisa para cerrar su plan de reestructuración. De no recibir el dinero, la compañía se verá abocada a tomar la decisión drástica de presentar el concurso de acreedores que ha evitado durante los últimos cinco años y quedaría supeditada a la administración judicial.
Ante esta situación, la entidad ha rastreado otras opciones, incluida la de pedir los 20 millones a otras fuentes, como los acreedores que ya han respaldado el plan, aunque cualquier progreso en ese sentido parece demorarse hasta última hora para ver la respuesta del Gobierno andaluz. Si consiguiera esa financiación de otras fuentes, la empresa que preside Gonzalo Urquijo se plantearía romper con la Junta y cambiar la sede a otra comunidad autónoma, según fuentes de su entorno.
El hecho relevante, que se ha presentado esta mañana de forma inesperada, se convierte en una medida de presión en forma de ultimátum para el Gobierno de Juan Manuel Moreno. “A la fecha de esta comunicación, Abengoa Abenewco 1, S.A. no tiene confirmación alguna por parte de la Junta de Andalucía de que vaya a aportar el compromiso de apoyo financiero necesario para el cierre de la operación, sin que sea posible el cierre en ausencia de dicho compromiso”, manifiesta.
“En consecuencia se recuerda que, dada la imperiosa necesidad de cerrar la operación para paliar los efectos negativos que el retraso del mismo está ocasionando en la situación financiera y de negocio de la compañía, si llegado el día 6 de noviembre de 2020, fecha máxima fijada para el cierre de la operación, no se tiene certeza en cuanto a la posibilidad de proceder con dicho cierre en los siguientes días, el consejo de administración de Abengoa Abenewco 1, habida cuenta de que la viabilidad del grupo estará gravemente comprometida y atendiendo a sus deberes fiduciarios, tomará las decisiones que le correspondan, atendiendo a sus deberes fiduciarios, para proteger los intereses de Abengoa Abenewco 1 y de todos sus grupos de interés”, añade sin detallar cuáles serían esas decisiones que correspondan.
La empresa de infraestructuras y energía, la primera de Andalucía con 3.000 trabajadores y que genera 5.000 empleos indirectos, ha hecho varias ampliaciones de plazo de 15 o siete días desde que se presentó este tercer plan de reestructuración. En todo caso, cualquier acuerdo tendría que recibir el visto bueno de todos los implicados; es decir, los acreedores bancarios y el Gobierno, que participa a través del ICO y el Cesce, así como los proveedores.
Las negociaciones han estado bañadas de tensiones por las declaraciones de Urquijo, en las que acusaba a la Junta de actuar de “mala fe” y advertía de que si no se ponen esos 20 millones la empresa estaba abocada al cierre definitivo. Después se produjeron acercamientos y se barajaron varias alternativas para crear el instrumento que hasta ahora la Junta ha aducido que no tenía. En ese sentido, la empresa subraya que el Gobierno andaluz cuenta con una línea de crédito para pymes, pero no para grandes empresas, por lo que se trataría de crearla para hacer aportaciones de liquidez o de avales. Se ha planteado incluso la posibilidad de que la Administración autonómica entrara en el capital.
El grupo afrontó un plan de reestructuración en 2017 en el que se realizó una quita y recapitalización de deuda por valor de 7.000 millones de euros. Posteriormente, en 2019, en una segunda reconversión, se capitalizaron otros 3.000 millones. En total, una quita del 95%. Ahora, en esta tercera reestructuración, ha acordado la financiación de 230 millones con aval del ICO del 70%; líneas de avales de 300 millones con apoyo del Cesce; quita del 50% de la deuda con los acreedores financieros y una solución para la deuda comercial con los proveedores, a los que se les ofrece el 5% de los flujos de caja y fondos procedentes de la venta de activos.
Abengoa se ha enfrentado también a un grupo de accionistas minoritarios, que presentaron una demanda para reclamar la suspensión de los acuerdos del consejo de administración, que no prosperó.