Rato abandona la cárcel para terminar de cumplir su condena bajo control telemático
El juez le concedió el tercer grado tras la reciente absolución del político en el ‘caso Bankia’
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha abandonado este viernes a las seis de la tarde el Centro Penitenciario de Madrid V, en la localidad de Soto del Real, para seguir cumpliendo la condena de cuatro años y seis meses que le impuso el Tribunal Supremo por el caso de las tarjetas black en su domicilio bajo control telemático. Su salida de prisión se produce después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, ...
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha abandonado este viernes a las seis de la tarde el Centro Penitenciario de Madrid V, en la localidad de Soto del Real, para seguir cumpliendo la condena de cuatro años y seis meses que le impuso el Tribunal Supremo por el caso de las tarjetas black en su domicilio bajo control telemático. Su salida de prisión se produce después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, aceptara este jueves el recurso presentado por el político contra la decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciaria de mantenerlo en segundo grado o régimen ordinario –en el que está desde que ingresó a finales de octubre de 2018– y ordenara que fuera progresado al tercer grado o semilibertad. A partir de ahora, Rato no tendrá que volver a prisión y podrá permanecer bajo control telemático en su domicilio hasta que extinga su condena, previsto para el 21 de abril de 2023.
Fuentes penitenciarias detallan que la salida de Rato de este fin de semana forma parte de las salidas que disfrutan todos los presos en semilibertad. El lunes, el político deberá personarse en un Centro de Inserción Social (CIS), de los que dependen los presos en tercer grado, para que se le fije el plan de ejecución del resto de la pena. Será entonces cuando se decida qué sistema de control vigilará que cumple las restricciones de movimiento que tendrá: una pulsera electrónica o, en su defecto, llamadas telefónicas aleatorias a su domicilio para comprobar que se encuentra en el mismo en el horario que se le fije.
Rato era el último de los 15 condenados por las tarjetas black que ingresaron en prisión que permanecía en prisión. Del resto, nueve han accedido ya a la libertad condicional. Otros cinco —Francisco Baquero, Estanislao Rodríguez-Ponga, Antonio Romero Lázaro, Jorge Gómez Moreno y José Antonio Moral Santín— llevan tiempo disfrutando de la situación que a partir de ahora tendrá el exvicepresidente: cumplen la pena en sus domicilios bajo control telemático.
En el auto del jueves en el que ordenaba la semilibertad para Rato, el juez destaca entre los argumentos para tomar esta medida que el exvicepresidente del Gobierno ha disfrutado de permisos de salida (tres de seis días cada uno hasta ahora) sin incidencia alguna; su pronóstico de reincidencia es bajo tanto por su actividad profesional como por la edad (71 años); y ha satisfecho íntegramente la responsabilidad civil en el caso de las black, un elemento que el magistrado considera de “especial relevancia” al estar condenado por un delito económico. El magistrado también tiene en cuenta que Rato pidió perdón “de forma pública y notoria antes de su inmediato ingreso en prisión” por esa causa. La decisión del juez aún es recurrible por la Fiscalía –que se opuso a la concesión del tercer grado– ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le condenó por las tarjetas black. Sin embargo, el juez recuerda en el auto que ese recurso no suspende la aplicación de la medida, ya que la condena de Rato es inferior a los cinco años.