Abengoa confía en cerrar un acuerdo con sus acreedores antes del viernes
La empresa comunica a la CNMV que está cerca de poder “documentar una operación” para sentar las bases de su plan de reestructuración
Abengoa espera firmar el acuerdo para su restructuración antes del 31 de julio de 2020 (el próximo viernes), según ha comunicado este lunes la firma andaluza de ingeniería a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La empresa, cuyo consejo se ha reunido esta tarde, asegura que “se encuentra en proceso de documentar una operación destinada a dar cumplimiento a los cuatro pilares, esto es, la línea de financiación con la garantía del ICO, el acuerdo con los proveedor...
Abengoa espera firmar el acuerdo para su restructuración antes del 31 de julio de 2020 (el próximo viernes), según ha comunicado este lunes la firma andaluza de ingeniería a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La empresa, cuyo consejo se ha reunido esta tarde, asegura que “se encuentra en proceso de documentar una operación destinada a dar cumplimiento a los cuatro pilares, esto es, la línea de financiación con la garantía del ICO, el acuerdo con los proveedores y acreedores comerciales, la modificación de determinadas condiciones de la deuda con los acreedores financieros NM2, Reinstated Debt, Bono Convertible de A3T y deuda Old Money y la disposición de línea de avales, con la intención de proceder a la firma del acuerdo de restructuración” antes del viernes. El posterior cierre de la operación estará sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones y, en particular, a la obtención de los consentimientos necesarios. Ante ello, el consejo de administración ha decidido suspender la sesión y reanudarla en los próximos días.
La entidad prestataria de la nueva financiación y línea de avales será Abengoa Abenewco1, que desde 2017 es la cabecera de todas las sociedades operativas del grupo sevillano. La operación implicará que antes de fin del presente año se conviertan en acciones de Abenewco1 todos los instrumentos convertibles que se encuentran emitidos en la actualidad y los nuevos que vayan a emitirse como consecuencia de la ejecución de la misma. Esto implicará, explica la nota remitida a la CNMV, “la ruptura del grupo económico actual, encabezado por Abengoa SA, que está previsto que pase a ser un accionista minoritario de Abenewco1″.
“Por todo ello, y en relación con la sociedad individual Abengoa SA y en línea con lo que ya se comunicó en la información privilegiada del pasado 19 de mayo, se quiere recordar que la operación de restructuración de Abenewco 1 no sería suficiente, por si sola, para poder reequilibrar el patrimonio de Abengoa SA, que desde esa fecha se encuentra en causa de disolución por aplicación de la Ley de Sociedades de Capital, pues será adicionalmente necesario que se adhiera una mayoría superior al 95% de un pasivo de 153 millones de la sociedad a la solicitud de conversión de sus deudas en préstamos participativos”, dice el comunicado. A fecha de hoy, el porcentaje acumulado de adhesiones a esta fórmula no es todavía suficiente y la empresa asegura que, “como consecuencia de la ausencia de liquidez y avales que están afectando de manera severa” a sus negocios y “haciendo muy difícil su viabilidad”, es fundamental lograr la firma del acuerdo antes de que acabe el mes.
Acuerdo encarrilado
El consejo de administración de Abengoa juzga que el acuerdo con la banca acreedora ya está encarrilado. El plan consiste en una línea de financiación de 250 millones de euros con la garantía del Instituto de Crédito Oficial (ICO), un acuerdo con proveedores y acreedores comerciales, la modificación de determinadas condiciones de la deuda con los acreedores financieros antes mencionados y la disposición de una línea de avales de hasta 300 millones, que siguen desarrollándose “de forma favorable”. Hasta el momento, la empresa había avanzado con el respaldo de la Administración para que las entidades públicas ICO y Cesce participen en las ayudas que ha previsto para sobrevivir. Pero quedaba pendiente del apoyo de las entidades financieras. Asimismo, los proveedores y fondos de inversión se habían mostrado conformes, según fuentes del entorno empresarial.
Abengoa se vio a finales de junio obligada a pedir a la CNMV la ampliación del plazo para presentar las cuentas del ejercicio pasado ante la falta de un acuerdo con la banca para el plan, cuya negociación también se amplió. Se consideró que el plazo era “razonable para que se puedan despejar las incertidumbres y a la vista de la situación de liquidez”.
Casi todas las entidades acreedoras son ya accionistas de la empresa por la conversión de deuda. El Santander es el principal con un 2,84%, seguido de la firma estadounidense Charles Schwab (1,6%), CaixaBank (0,34%), Bankia (0,3%) y el Estado y BBVA, con una participación cada uno del 0,29%. Además, el plan propone a los proveedores, a los que adeuda 1.200 millones, el cobro de los laudos internacionales pendientes con España, por los que reclama 1.182 millones por la retribución de las primas de las renovables que se suspendieron.
La negociación se produce bajo el peso de una deuda financiera de cerca de 6.000 millones y un patrimonio negativo por valor de 388 millones por el que, formalmente, Abengoa ya se encuentra en causa de disolución. Con una plantilla de 14.000 personas, unos 2.500 de los cuales trabajan en España, la empresa no pudo hacer frente al pago de la totalidad de las nóminas de junio. Esta es la tercera situación crítica a la que se enfrenta la compañía sevillana, que superó dos reestructuraciones en 2015.