Opinión

Europa, atrapada por la unanimidad

Ha vuelto al realismo europeo y persisten los temores a que la falta de solidaridad pongan en riesgo la UE

La canciller alemana, Ángela Merkel, durante la cumbre europea del pasado 19 de junio.SANDRA STEINS / GERMAN GOVERNMEN (EFE)

La regla de la unanimidad tiene atrapada a la Unión. Cuatro países (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca), con poco más del 9% de la población europea, bloquean la respuesta a la peor crisis económica y social que ha sufrido la UE. La propuesta de la Comisión Europea del pasado mayo de crear un fondo para la recuperación económica de 750.000 millones de euros, que podía llegar a movilizar 3,1 billones, había despertado ciertas expectativas. Los países teóricamente más beneficiados, Italia y España, con las necesidades más apremiantes estaban esperanzados. Pero en pocos días hemos vuelto al rea...

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La regla de la unanimidad tiene atrapada a la Unión. Cuatro países (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca), con poco más del 9% de la población europea, bloquean la respuesta a la peor crisis económica y social que ha sufrido la UE. La propuesta de la Comisión Europea del pasado mayo de crear un fondo para la recuperación económica de 750.000 millones de euros, que podía llegar a movilizar 3,1 billones, había despertado ciertas expectativas. Los países teóricamente más beneficiados, Italia y España, con las necesidades más apremiantes estaban esperanzados. Pero en pocos días hemos vuelto al realismo europeo.

Los temores que había expresado el expresidente de la Comisión, Jacques Delors, al principio de esta crisis, —”la falta de solidaridad europea hace correr un peligro mortal a la UE”—, permanecen.

Los mal llamados países frugales exigen duras condiciones al fondo. Están en el aire la cuantía, la distribución entre subvenciones, garantías y préstamos y sobre todo, las condiciones en que se concederá el dinero. Ahora Holanda, de la mano de Berlín, requiere que los planes nacionales de reforma que condicionarán la obtención de las ayudas sean aprobados no tan solo por la Comisión, sino por los Estados en el Consejo de la Unión. Otra vez pendientes de la unanimidad. Holanda, uno de los grandes paraísos fiscales europeos, con un 3,8% de la población europea, da lecciones de moral y manda. El PP español, de espaldas a su país, respalda a los más duros.

Todo esto ocurre mientras caminamos hacia la catástrofe. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, (BCE), lo ha dicho con claridad: “El peor golpe en el mercado laboral está todavía por llegar”. Apunta que el paro en la Unión puede llegar al 10%. Las previsiones del Banco de España para nuestro país pronostican que el desempleo podría escalar hasta el 23,6% este año y el 24,7 % el próximo.

El BCE ha actuado con inusitada rapidez para salvar bancos y Estados. Ha proporcionado 1,3 billones de euros a tipos negativos a la banca garantizando un beneficio fácil comprando sobre todo deuda pública. Ningún invento novedoso. En 2011, 523 bancos europeos recibieron 489.000 millones de euros en inmejorables condiciones que les permitieron sobrevivir. El problema de hoy, como hace una década, es cómo llega el dinero a pequeñas empresas y familias.

Zsolt Darvas, investigador del centro de estudios Bruegel, ha analizado el impacto del fondo europeo en los distintos países. Italia y España resultarían los principales beneficiarios de las subvenciones con 85.900 y 80.900 millones de euros, respectivamente. Destaca que si se consideran las ganancias futuras “todos los países se convertirían en beneficiarios netos del paquete de recuperación”. Darvas indica que, teniendo en cuenta las bajas tasas de interés, incluso para Alemania un pequeño incremento de su economía a largo plazo sería más elevado que la contribución alemana al reembolso de la deuda de la Unión. El déficit es de solidaridad y de perspectiva, como decía Delors.

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