Adiós a las llaves

Akiles factura 60.000 euros al año con sus accesos digitales a apartamentos, oficinas y hoteles

De izquierda a derecha, Borja Rossell, Darío Nieuwenhuis y Nicolás Salame.

Lo suyo es digitalizar las puertas; abrir los accesos de apartamentos, habitaciones de hotel, oficinas y viviendas con el teléfono móvil, a través de una aplicación. A sus poco más de 25 años Nico Salamé, Borja Rosell y Dario Nieuwenhuis —responsables de marketing, software y hardware, respectivamente— cerraron 2019 con 60.000 euros facturados en su empresa Akiles y solo en los tres primeros meses del año superaron esta cantidad. La pandemia les ha traído nuevos clientes: los hoteles y las viviendas particulares.

Están en pleno crecimiento. ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Lo suyo es digitalizar las puertas; abrir los accesos de apartamentos, habitaciones de hotel, oficinas y viviendas con el teléfono móvil, a través de una aplicación. A sus poco más de 25 años Nico Salamé, Borja Rosell y Dario Nieuwenhuis —responsables de marketing, software y hardware, respectivamente— cerraron 2019 con 60.000 euros facturados en su empresa Akiles y solo en los tres primeros meses del año superaron esta cantidad. La pandemia les ha traído nuevos clientes: los hoteles y las viviendas particulares.

Están en pleno crecimiento. Llevan dos años en el mercado y dicen tener 850 espacios digitalizados y más de 350.000 clientes, pero la lección más grande la han tenido estos meses. Pensaron que cuando llegara la covid-19, al ser los apartamentos vacacionales y las oficinas sus mejores clientes, la actividad se pararía, pero no. “Veníamos de superar, en solo tres meses, la facturación de 2019; en abril tocamos fondo, pero se nos llenó el correo de peticiones”, cuenta Salamé.

Esos potenciales clientes vinieron de núcleos residenciales y de establecimientos hoteleros, sectores en los que hasta ahora habían encontrado la puerta cerrada. “Eran muy reacios a la tecnología. Ahora les pesa una crisis de confianza y seguridad y saben que tienen que hacer en pocos meses lo que no han hecho en diez años”, apuntan. De hecho, dicen confiar “en que este sector sea el que más crezca”. El interés de las casas particulares y las residencias por este desarrollo informático se debe más a un tema de seguridad. “Es importante ahora el control de datos; quién accede, cuándo accede, dónde accede…”, una información que recoge su desarrollo.

Han cerrado otra ronda de financiación en la que esperan llegar al millón de euros. Buscan “inversores que aporten valor estratégico, que sean socios”, resume Salamé, y pone como ejemplo fondos con interés inmobiliario, por ejemplo, entidades financieras. En el equipo, compuesto por 13 personas, tienen un departamento de I+D, consumo, electrónica y acceso; cinco forman parte del departamento de producto, cuatro del de ventas, dos del de operaciones y dos personas en marketing.

Su idea arrancó años antes, cuando los tres compartían espacio de trabajo en otra empresa. Lo de la entrada sin llave física se les ocurrió “para que se pudiera ahorrar el coste en llaves de cualquier tipo y tener control de acceso incorporado”. Presumen de que uno de sus puntos fuertes es haber desarrollado “de inicio a fin” el software y todos los puntos de acceso físico en las puertas electrificadas, lo que reduce los fallos del sistema. “Tienes que reducir los riesgos que pueda haber a través de intermediarios. La gente accede por la puerta a cualquier hora y, excepto si hay un corte de luz, no falla”, cuentan. Además de en España y Portugal ofrecen servicio en Milán, Roma, Dubai y Londres.

Archivado En