Unos 1.300 trabajadores españoles demandan a Norwegian por no considerarlos como plantilla propia
Pilotos y personal de tripulación acusan a la aerolínea de maniobrar para eludir indemnizaciones
La paralización del tráfico aéreo por culpa del coronavirus ha añadido plomo en las alas de Norwegian, que desde hace meses se halla inmersa en una complicada situación financiera. La aerolínea escandinava deberá lidiar, también, con turbulencias laborales: más de 1.300 pilotos y personal de cabina de las bases de Norwegian en España han demandado a la compañía por no reconocerlos como empleados propios.
A través de los sindicatos Sepla y USO, lo...
La paralización del tráfico aéreo por culpa del coronavirus ha añadido plomo en las alas de Norwegian, que desde hace meses se halla inmersa en una complicada situación financiera. La aerolínea escandinava deberá lidiar, también, con turbulencias laborales: más de 1.300 pilotos y personal de cabina de las bases de Norwegian en España han demandado a la compañía por no reconocerlos como empleados propios.
A través de los sindicatos Sepla y USO, los tripulantes de vuelo de Norwegian en España han presentado una demanda de conciliación ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), paso previo a la celebración de un juicio ordinario, acusando a Norwegian de cesión ilegal de trabajadores. El motivo de la demanda es la negativa de la matriz noruega, Norwegian Air Shuttle, a aceptar como personal orgánico a los pilotos y tripulantes que están asignados a las distintas bases de la compañía en España: Barcelona, Málaga, Alicante, Tenerife y Gran Canaria.
La denuncia se precipitó después de que, este lunes, la empresa notificara al personal, unos 400 pilotos y 900 tripulantes de cabina, que debían retornar uniformes y credenciales. Los representantes sindicales denuncian que Norwegian Air Shuttle maniobra para desvincularse de sus trabajadores a fin de evitar tener que responder a posibles indemnizaciones por despido, así como para ahorrarse pagar las posibles deudas a la Seguridad Social.
Norwegian transportó 8,3 millones de pasajeros en España el año pasado, pero está lejos de su mejor momento de forma. “Ahora tenemos cero actividad en España y no sabemos cuándo podremos volver a volar ni en qué condiciones podremos hacerlo”, apunta un portavoz de la empresa. La misma fuente indica que unos 600 trabajadores de Norwegian en España, básicamente personal de mantenimiento, asistencia en tierra, administración y oficinas, están afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) pero que, en lo que refiere a los pilotos y los tripulantes de cabina, “dependen de una empresa externa, con la que hemos cancelado el contrato de prestación de servicios”.
Esa empresa externa es Norwegian Air Resources Spain, participada por OSM y por una de las filiales de la empresa madre, Norwegian Air Shuttle. Los sindicatos defienden que la dirección de la compañía noruega “ha desplegado un entramado de empresas para contratar a sus tripulaciones e inhibirse de sus responsabilidades como empleador”. Uno de los portavoces de los trabajadores es un comandante de vuelo que acumula más de seis años a los mandos de los aparatos de Norwegian: “Si la empresa no necesita a los trabajadores, tiene que seguir unos procedimientos legales. Hemos acumulado unos derechos trabajando durante años para la aerolínea, ahora no nos puede decir que no somos su problema”, denuncia. La compañía alega que la complicada situación del momento obliga a hallar la mejor solución para cada problema concreto y cita que, en Suecia y en Dinamarca, las filiales de pilotos y tripulantes se han visto obligadas a declararse en quiebra.
Bases cerradas hasta dentro de un año
Todas las bases de Norwegian en España están cerradas y la compañía apunta que la inactividad se alargará como mínimo hasta dentro de un año, con independencia de la evolución del coronavirus. El motivo del letargo cabe buscarlo en el proceso de reestructuración que ha tenido que abordar la compañía para tratar de salvar sus cuentas. Se ha visto abocada a una reducción drástica de actividad hasta abril del 2021 y solo operará siete aviones, en vuelos domésticos por Noruega y en conexiones con otras capitales escandinavas. Nada más. Obliga el plan de reajuste presentado ante acreedores y accionistas para lograr una recapitalización de la compañía y para poder tener acceso al fondo de garantía del gobierno noruego.