Italia lanza el mayor plan de estímulo de su historia
Conte anuncia hasta 400.000 millones en créditos para ayudar a las empresas ante el golpe del coronavirus
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, lo advirtió la semana pasada: hay que salir de esta crisis, pero hay que hacerlo cuanto antes. Y la noche de este lunes anunció el decreto con el que Italia pone toda la carne en el asador y activa la circulación de hasta 400.000 millones en créditos para empresas, de los que el Estado garantizará hasta el 90%. Esta medida se suma a la movilización que ya hizo en marzo de otros 350.000 millones de euros. Se trata de una intervención pública “sin precedentes”, según dijo el jefe de Gobierno. “No puedo recordar medidas tan poderosas en la historia de ...
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, lo advirtió la semana pasada: hay que salir de esta crisis, pero hay que hacerlo cuanto antes. Y la noche de este lunes anunció el decreto con el que Italia pone toda la carne en el asador y activa la circulación de hasta 400.000 millones en créditos para empresas, de los que el Estado garantizará hasta el 90%. Esta medida se suma a la movilización que ya hizo en marzo de otros 350.000 millones de euros. Se trata de una intervención pública “sin precedentes”, según dijo el jefe de Gobierno. “No puedo recordar medidas tan poderosas en la historia de nuestra República”, añadió.
“Hablamos de 750.000 millones de euros. Casi la mitad de nuestro PIB. El Estado está presente e inyecta inmediatamente su potencia de fuego en el motor de la economía. Cuando se levanta, Italia corre”, lanzó.
Italia está en plena batalla con los países del norte de Europa para aprobar instrumentos de mutualización de deuda, los llamados eurobonos —una idea que en Alemania y los Países Bajos genera urticaria—, y evitar así recurrir al fondo de rescate europeo o Mede. Pero Roma comienza a librar la guerra por su cuenta. El país transalpino tiene una deuda de alrededor del 135% de su PIB. Pese a esta carga, Conte busca abrir completamente el grifo de la liquidez en el sector empresarial, en plena hibernación por el coronavirus. Los empresarios han advertido ya de que si no llegaban medidas de este tipo, el PIB en el segundo semestre caería alrededor del 7%.
Conte detalló el plan después del Consejo de Ministros y compareció junto al ministro de Economía, Roberto Gualtieri. “Con este decreto realizamos una intervención sin precedentes para apoyar la liquidez del sistema productivo: implementamos 400.000 millones de euros en garantías para préstamos de hasta el 90% garantizados por el Estado para empresas de todo tipo, sin límite en su facturación”, señaló el titular de Economía. La suma se repartirá a partes iguales para “potenciar el mercado interno y el de la exportación”, detalló Conte. “Cuando todo esto termine, comenzará una nueva primavera y pronto recogeremos los frutos de este sacrificio”, insistió.
El límite de las garantías que ofrece el Gobierno a los bancos alcanza el 90%. Se ha hecho de este modo para que dichas entidades se implicasen en el control de la solvencia requerida a las empresas beneficiarias. El aval del Estado, en cambio, será total en el caso de los autónomos como artesanos o fontaneros, apuntó el ministro de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli. Este grupo podrá solicitar créditos rápidos de 25.000 euros que se liberarán de forma inmediata y no exigirán ningún tipo de evaluación. Además, se permitirá a las pequeñas y medianas empresas solicitar préstamos de hasta cinco millones de euros.
El acceso a los créditos y el aplazamiento de las condiciones para solicitarlo son la primera fase de una operación de apoyo a las empresas que tendrá una segunda parte con el llamado decreto de abril. Un nuevo movimiento que traerá medidas para las empresas, trabajadores y familias. “Contendrá instrumentos de protección social, apoyo a las familias y a los trabajadores. Pero sobre todo a aquellos que se encuentren en dificultad”, dijo Conte.
El decreto también se propone proteger a las firmas cotizadas consideradas estratégicas ante ataques extranjeros o especulativos, una facultad que se reserva el Estado para prevenir intromisiones en sectores y empresas clave para el país. Ahora se impedirá a compañías foráneas aumentar su presencia en esas empresas más allá del 10% de su capital.