El banco malo perdió 947 millones en 2019, un 8% más
Desde que inició su actividad en 2013, Sareb se ha deshecho de 18.507 millones de euros de ladrillo tóxico heredado de las entidades financieras
La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como el banco malo, acabó el pasado con unas pérdidas netas de 947 millones de euros, un 7,85% más que en 2018. La sociedad que se creó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, con el mandato...
La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como el banco malo, acabó el pasado con unas pérdidas netas de 947 millones de euros, un 7,85% más que en 2018. La sociedad que se creó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, con el mandato de deshacerse del ladrillo tóxico de la banca, ha presentado este jueves sus resultados anuales correspondientes al ejercicio 2019. En los mismos, destaca que ingresó 2.308 millones de euros por la venta y gestión de sus inmuebles y activos financieros, un 34% menos que un año antes. Sin embargo, el resultado antes de impuestos fue ligeramente más positivo (unas pérdidas de 864 millones frente a 879 millones en 2018) por “la reducción de costes operativos y la menor caída de los márgenes”, ha señalado la compañía en una nota remitida a los medios.
La mayor parte de los ingresos que logró el año pasado provenían de los inmuebles que vende o alquila, una partida que le reportó 1.328 millones. Otros 943 millones los obtuvo con los préstamos que también le fueron transferidos por las entidades financieras. Desde 2013, cuando inició su actividad, el pasado fue el primer ejercicio en que Sareb obtuvo más de las casas que de los préstamos que heredó. Según la sociedad, ello es “consecuencia de la estrategia de negocio implantada en 2019”. Esta, explica, consiste en “reducir la venta de préstamos en el mercado mayorista”. En su lugar, el banco malo intenta ahora que esos préstamos acaben con una dación del inmueble o con una ejecución de la deuda. Así incorporó el año pasado 21.140 inmuebles a su cartera, valorados en 1.867 millones de euros, un tercio más que en 2018.
Así, su cartera a finales de 2019 ascendía a activos por valor de 32.274 millones de euros. El 60% de ese importe son préstamos al promotor y un 40% inmuebles de todo tipo (además de viviendas, puede haber garajes, bajos comerciales, suelos, etc.). La cantidad global supone que, en sus siete años de vida, el banco malo ha sido capaz de deshacerse de 18.507 millones de euros en activo, un 36% de lo que recibió.
Desde 2013, Sareb ha vendido un total de 106.450 inmuebles. De ellos, 16.948 fueron transferidos durante el año pasado, fundamentalmente en el mercado minorista. Pero la compañía también acometió algunas operaciones de mayor calado, como la venta de un 75% de su socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) Témpore Properties al fondo TPG. Esa socimi gestiona más de 2.000 viviendas en alquiler, mientras que otras 2.000 aproximadamente están cedidas directamente por el banco malo a administraciones locales y autonómicas para su uso como viviendas sociales. Además, Sareb avanzó en las labores de promoción inmobiliaria a través de Árqura Homes, de la que tiene un 90% de participación. Esa promotora terminó 338 viviendas el año pasado y prevé hacer lo mismo con unas 500 durante 2020.