Freixenet aplaza la resolución de su conflicto accionarial

La familia Ferrer Noguer plantea comprar el 51% de la empresa

Josep Ferrer, presidente de honor de Freixenet, y Josep Lluis Bonet, presidente de la empresaSusanna Saez

Suspense en el futuro accionarial del grupo Freixenet. Los fabricantes de cava siguen sin definir una fórmula para solventar las desavenencias entre las tres familias propietarias. Fuentes cercanas aseguran que ayer no se celebró la junta ordinaria de accionistas en la que se tenía que tomar una decisión sobre el ingreso o no de un socio externo, con lo cual el debate sobre el futuro de la compañía catalana queda sin resolver de momento.

El grupo de Sant Sadurní de Anoia (Barcelona) es control...

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Suspense en el futuro accionarial del grupo Freixenet. Los fabricantes de cava siguen sin definir una fórmula para solventar las desavenencias entre las tres familias propietarias. Fuentes cercanas aseguran que ayer no se celebró la junta ordinaria de accionistas en la que se tenía que tomar una decisión sobre el ingreso o no de un socio externo, con lo cual el debate sobre el futuro de la compañía catalana queda sin resolver de momento.

El grupo de Sant Sadurní de Anoia (Barcelona) es controlada por tres familias. Los Ferrer Noguer tienen el 42%. Después están los Hevia Ferrer y los Bonet Ferrer, cada uno con un 29% de las participaciones. Los Hevia Ferrer —Enrique Hevia Ferrer es el vicepresidente y director financiero de Freixenet— plantearon en enero la posibilidad de vender parte de sus acciones. El anuncio despertó el interés del grupo alemán Henkell, filial de la multinacional alimentaria Dr. Oetker.

La entrada de un socio externo era vista por una parte de los accionistas como un revulsivo ante las desavenencias por la gestión. Mientras que los Ferrer Noguer se mostraron contrarios desde el primer momento, los Bonet terminaron divididos ante la propuesta. Henkell ofreció 255 millones de euros e incluso se pusieron sobre la mesa otras propuestas. Los alemanes tienen pendiente iniciar el estudio de la situación real del grupo, la due dilligence.

Hace una semana, sin embargo, el patriarca de los Ferrer Noguer y presidente de honor del grupo, José Ferrer, propuso una segunda vía que permitiría que el control no saliera de la familia. Compraría el 51% del capital social tras valorarlo en 233 millones de euros. La operación se cerraría el 31 de junio del próximo año.

Freixenet disminuyó un 3,8% sus ventas en el año fiscal cerrado en abril de 2015, situándolas en 508 millones de euros. El beneficio también cayó hasta los dos millones de euros, un 93% menos que hace una década.

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