EMPRESAS INMOBILIARIAS

El juez declara en concurso de acreedores a la propietaria del 70,2 por ciento de Reyal

En la imagen, exterior de la sede de Reyal Urbis en Madrid. EFE/ArchivoEFE

Inveryal, la sociedad patrimonial del presidente de Reyal Urbis, Rafael Santamaría, y propietaria del 70,2 % de la inmobiliaria ha sido declarada en concurso voluntario de acreedores.

Según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Juzgado de lo Mercantil competente ha declarado en concurso de acreedores a Inversiones Globales Inveryal dentro del proceso que inició Reyal Urbis a principios de año

En febrero, la inmobiliaria Reyal Urbis comunicó que iría a un concurso voluntario al no poder alcanzar un acuerdo de refinanciación con sus acree...

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Inveryal, la sociedad patrimonial del presidente de Reyal Urbis, Rafael Santamaría, y propietaria del 70,2 % de la inmobiliaria ha sido declarada en concurso voluntario de acreedores.

Según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Juzgado de lo Mercantil competente ha declarado en concurso de acreedores a Inversiones Globales Inveryal dentro del proceso que inició Reyal Urbis a principios de año

En febrero, la inmobiliaria Reyal Urbis comunicó que iría a un concurso voluntario al no poder alcanzar un acuerdo de refinanciación con sus acreedores, fundamentalmente bancos, a los que adeuda más de 3.600 millones de euros.

Esta cantidad convierte a este concurso en el segundo más grande que se ha producido en España, detrás del que presentó Martinsa-Fadesa por valor de 7.200 millones.

Un embargo de 5 millones de euros de las cuentas de Reyal Urbis para pagar deudas derivadas de pleitos y la última propuesta presentada a la banca para obtener 30 millones de euros de liquidez adicional fueron los detonantes de este concurso.

Al margen de su pasivo financiero, la inmobiliaria debe además cerca de 400 millones de euros a Hacienda.

Inveryal -la sociedad patrimonial del presidente de la inmobiliaria, Rafael Santamaría- tenía contraída una deuda de 350 millones con la banca, especialmente con el Santander.

Al ser un concurso voluntario, los actuales gestores conservarán las facultades de administración y disposición de su patrimonio, pero sometidas a la intervención de la administración concursal.