Fitch rebaja la calificación de Hungría a bono basura

La agencia apunta al deterioro presupuestario, de financiación externa y de perspectivas de crecimiento

La agencia de calificación Fitch ha rebajado la calificación de solvencia de Hungría al nivel BB+ para su deuda a largo plazo en moneda extranjera. Esa nota queda por debajo de los denominados niveles de inversión, los más seguros, y se sitúa en el terreno de los considerados bonos basura. La perspectiva para el futuro, además, es negativa.

Según Fitch, la rebaja refleja el deterioro adicional en la posición fiscal del país, en sus condiciones de financiación externa y en sus perspectivas de crecimiento, "provocadas en parte por más políticas económicas poco ortodoxas que están minando ...

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La agencia de calificación Fitch ha rebajado la calificación de solvencia de Hungría al nivel BB+ para su deuda a largo plazo en moneda extranjera. Esa nota queda por debajo de los denominados niveles de inversión, los más seguros, y se sitúa en el terreno de los considerados bonos basura. La perspectiva para el futuro, además, es negativa.

Según Fitch, la rebaja refleja el deterioro adicional en la posición fiscal del país, en sus condiciones de financiación externa y en sus perspectivas de crecimiento, "provocadas en parte por más políticas económicas poco ortodoxas que están minando la confianza de los inversores y complicando un nuevo acuerdo con la UE y el FMI", según el comunicado distribuido por la agencia.

Cuando Fitch puso la calificación de Hungría en perspectiva negativa, en noviembre de 2011, citó como motivos una ralentización económica mayor de lo anticipado y una subida en la prima de riesgo y la presión que supone la financiación fiscal. En opinión de la agencia, estos riesgos se han materializado.

Las previsiones de crecimiento húngaras continúan deteriorándose. En diciembre, Fitch recortó el pronóstico de la zona euro al 0,4% en 2012. Dado el alto grado de apertura comercial de Hungría y sus fuertes lazos económicos y financieros con la zona euro, así como las condiciones de financiación interna cada vez más duras, la agencia ha recortado en enero su previsión para Hungría desde un crecimiento del 0,5% del PIB hasta una caída del 0,5%.

Los riesgos de financiación exterior y del déficit han aumentado significativamente desde principios de noviembre debido a un deterioro de la confianza inversora. El alto nivel de endeudamiento tanto público como privado y del sector exterior en moneda extranjera y los mayores requisitos asociados a esa financiación hacen al país más vulnerable para afrontar giros en la confianza inversora. El Gobierno afronta vencimientos de deuda externa de 4.600 millones de euros en 2012, y aun mayores en 2012 y 2013, asegura la agencia de calificación.

Como políticas poco ortodoxas que minan la competencia, Fitch cita las dificultades de Hungría para asegurar a la Unión Europea y al FMI que cambiaría ciertas normas consideradas contrarias a las normas comunitarias. Los gobernantes aprobaron una ley que, en opinión de esta entidad, reduce la independencia del banco central húngaro. Además, la nueva Constitución, que acaba de entrar en vigor, supedita los cambios en cuestiones clave de política económica (como los impuestos) a que sean aprobadas por una mayoría de dos tercios del Parlamento, lo que reduce el alcance del ajuste fiscal para próximos Gobiernos.

Con todos estos elementos, Fitch considera que la probabilidad de que Hungría sufra otra degradación de la deuda en los próximos dos años es superior al 50%. "Un aumento de los riesgos de financiación fiscal y exterior y la imposibilidad de asegurar un acuerdo con el FMI adecuado y en fecha podrían conducir a una rebaja", añade la nota, que cita otros motivos, como la mayor contracción económica y un aumento de las salidas de capital privado del país.

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