China vuelve a actuar contra el riesgo de burbuja inmobiliaria
El Banco Central aumenta los requisitos de capital a sus mayores bancos para drenar el exceso de liquidez
El Gobierno de Pekín vuelve a mover ficha contra el posible recalentamiento de su economía. El Banco Central de China ha decidido, de forma inesperada, endurecer los requisitos de capital para los seis bancos más grandes del país con el objetivo de drenar el exceso de liquidez en el mercado, según ha informado hoy Reuters. La medida tiene carácter temporal, ya que estará en vigor dos meses, y según fuentes consultadas por la agencia, incrementará en med...
El Gobierno de Pekín vuelve a mover ficha contra el posible recalentamiento de su economía. El Banco Central de China ha decidido, de forma inesperada, endurecer los requisitos de capital para los seis bancos más grandes del país con el objetivo de drenar el exceso de liquidez en el mercado, según ha informado hoy Reuters. La medida tiene carácter temporal, ya que estará en vigor dos meses, y según fuentes consultadas por la agencia, incrementará en medio punto porcentual el porcentaje de reservas sobre activos que deberán alcanzar las principales entidades chinas.
Con este movimiento, según los analistas citados por Reuters, el instituto emisor chino quiere actuar de forma preventiva contra un aumento de la liquidez que podría desembocar en un mayor riesgo de burbuja inmobiliaria en el mercado inmobiliario. De hecho, Pekín lleva unos meses subiendo los tipos de interés y ha optado por endurecer las condiciones para acceder al crédito por los mismos motivos, aunque con éxitos relativos.
Por el lado contrario, el incremento de los requisitos de capital, añade Bloomberg, aumenta los temores sobre un eventual frenazo demasiado duro de la economía china, que crecerá en esta segunda mitad de año menos que en los anteriores trimestres. El PIB de China, ya convertida en segunda potencia mundial por el volumen de su economía, avanzó un 11,9% entre enero y marzo y un 10,3% entre abril y junio.
China está estos días bajo el foco de atención del FMI y la UE por el recrudecimiento de la llamada guerra de divisas. Desde Occidente, se critica a Pekín por mantener su moneda, el yuan, infravalorado en los mercados para proteger sus exportaciones.