El presidente del BBVA apuesta por crear un "gran banco" pero sin ceder el control de la entidad

González revela a los accionistas que el banco se negó a hacer ilegalidades para controlar la BNL

El presidente del BBVA, Francisco González, ha marcado hoy diferencias con su principal competidor, el Banco Santander, durante su intervención en la Junta de Accionistas, al asegurar sin citarlo que "el que haga sólo compras no puede ser un líder mundial, porque vendrán otros con un mejor plan de negocio que lo harán mejor que él". Además, el presidente del segundo banco del país ha revelado que no se hizo con el control de BNL porque se negó a realizar maniobras ilegales en Italia.

Frente al objetivo del presidente del Santander, Emilio Botín, de seguir realizando compras porque "si n...

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El presidente del BBVA, Francisco González, ha marcado hoy diferencias con su principal competidor, el Banco Santander, durante su intervención en la Junta de Accionistas, al asegurar sin citarlo que "el que haga sólo compras no puede ser un líder mundial, porque vendrán otros con un mejor plan de negocio que lo harán mejor que él". Además, el presidente del segundo banco del país ha revelado que no se hizo con el control de BNL porque se negó a realizar maniobras ilegales en Italia.

Frente al objetivo del presidente del Santander, Emilio Botín, de seguir realizando compras porque "si no, se acaba la gasolina", González ha apostado por hacer adquisiciones, pero sólo selectivas y si crean valor inmediato para el accionista. González, que quiere convertir al BBVA en un "gran banco" y no en un "banco grande", ha admitido que la entidad tiene diariamente "muchísimas oportunidades" para comprar otras entidades y para fusionarse con ellas, pero ha dejado claro que no va a acometer ninguna de estas operaciones si ello supone "ceder el control" del BBVA.

El banquero ha explicado que en la mayoría de los casos estas opciones son más "aparentes" que "reales" "y no es lo que estamos buscando". Tan a rajatabla lleva el BBVA sus principios al efectuar compras, que González ha reconocido que no adquirió la italiana Banca Nazionale del Lavoro (BNL) en la segunda oportunidad -lo compró finalmente BNP- porque el precio que tenían que pagar no permitía crear valor para los accionistas "y no nos íbamos a apartar de nuestra política por un titular en prensa".

El futuro, en América y Asia

González ha desvelado que, en la primera oportunidad de hacerse con la BNL, el BBVA no admitió las malas prácticas del mercado italiano. "¿Hay que hacer algo ilegal para gestionar un banco? No, y por eso no lo hicimos", ha enfatizado González, lo que le ha hecho ganarse un cerrado aplauso de los accionistas presentes en la Junta General del banco, celebrada en Bilbao. En todo caso, González ha destacado que el banco sigue muy "activo" y "atento" a las posibilidades de crecer mediante adquisiciones y ha recalcado que se decantará preferiblemente por las que surjan en Europa, Estados Unidos y Asia.

El presidente del BBVA cree que un banco que pretende ser verdaderamente global -no multinacional como ahora- debe tener una "presencia relevante" en Estados Unidos, que es el mayor mercado del mundo, y en Asia, que es el área que más crece. En esta última zona, el grupo pretende centrarse en banca para empresas, en intermediación y en financiación, pero también está estudiando "la oportunidad de hacer desarrollos singulares en el mercado de las familias".

Con vistas en un futuro más lejano, González ha apostado también por seis países emergentes con enorme potencial: China, India, Rusia, México, Brasil y Turquía, que acapararán el 50% del PIB mundial en 2025. El surgimiento de estas potencias supone "una enorme oportunidad de extender nuestro negocio hacia áreas que hace pocos años era impensable".

González, durante su intervención en la Junta General de Accionistas 2006 celebrada en el Palacio Euskalduna.EFE

Polémica por el sistema de retribuciones

González ha justificado el nuevo sistema de retribuciones propuesto para los directivos del banco, por entender que se trata de un modelo que sólo premia la "buena" gestión del grupo y sus resultados. En concreto, afectará a un total de 1.786 trabajadores de la empresa, incluidos los consejeros ejecutivos y miembros del Comité de Dirección. Este plan contempla la entrega, dentro de tres años, de hasta 22 millones de acciones a los cerca de 1.800 directivos del banco, lo que a cotizaciones actuales supondría el pago de unos 380 millones de euros.

Según González, el nuevo sistema, dirigido al equipo directivo, apuesta por ofrecer a estos directivos unos ingresos procedentes de la "buena" gestión del grupo. Para ello, se tomarán como referencia los resultados de los 14 grupos bancarios más fuertes del momento durante los tres próximo ejercicios. "Si nos situamos en el primer puesto o en los primeros lugares de esta lista de bancos, se aplicará este sistema, si quedamos los últimos no", ha puntualizado González.

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