Almunia rechaza que el valor del euro obstaculice la recuperación de la zona euro

El Comisario Europeo de Asuntos Económicos cree que "la atención se ha centrado en el impacto de los precios del petróleo sobre el crecimiento y la inflación"

El actual valor del euro frente al dólar, alrededor de 1,23 dólares por un euro, no supone "un problema" para la recuperación de la economía global en general y de la zona euro en particular, ha dicho el Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

"Compartimos la visión de que la recuperación del área euro y la economía global se mantienen en curso y no vemos el valor actual del euro como un problema", señaló Almunia en su intervención en una conferencia organizada en Amsterdam por la Comisión Europea para evaluar los cinco primeros años de existencia de la mo...

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El actual valor del euro frente al dólar, alrededor de 1,23 dólares por un euro, no supone "un problema" para la recuperación de la economía global en general y de la zona euro en particular, ha dicho el Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

"Compartimos la visión de que la recuperación del área euro y la economía global se mantienen en curso y no vemos el valor actual del euro como un problema", señaló Almunia en su intervención en una conferencia organizada en Amsterdam por la Comisión Europea para evaluar los cinco primeros años de existencia de la moneda única.

Aunque la rápida subida del euro frente al dólar a comienzos de 2004 hizo temer por la recuperación económica en Europa, "la atención se ha centrado en el posible impacto de los elevados precios del petróleo sobre el crecimiento global y la inflación", subrayó Almunia. Sin embargo, ha advertido de que aunque el riesgo de volatilidad en los mercados de divisas parece haber disminuido, "hay que vigilar de cerca cómo evoluciona la situación".

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Por otra parte, respecto al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, Almunia ha precisado que "las directrices europeas no prevén incentivos para una actitud prudente en tiempos de bonanza". También se ha mostrado partidario de "reforzar" la coordinación de la política económica, vinculando los niveles europeos de decisión con los nacionales y así evitar una escasa implementación por parte de los Estados miembros.