Análisis:ANÁLISIS | BALONCESTO | Liga Endesa

El Bilbao se resiste a una Liga bipolar

La pasada temporada emergió en la cima del baloncesto español un equipo, el Bilbao, acompañado por una mística, la que crean los devotos que llenan su pabellón y que se ha dado en llamar Efecto Miribilla. El peligro de aquello es que fuera flor de un día. En octubre, el nuevo Gescrap Bizkaia no pudo llegar a la final de la Supercopa celebrada en su cancha. Tampoco reconfortó su inicio liguero, tan gris que le apeó de la Copa del Rey que se disputa la próxima semana en Barcelona.

Pero el equipo de Fotis Katsikaris se ha mostrado de nuevo altamente competitivo. Primero se clasificó...

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La pasada temporada emergió en la cima del baloncesto español un equipo, el Bilbao, acompañado por una mística, la que crean los devotos que llenan su pabellón y que se ha dado en llamar Efecto Miribilla. El peligro de aquello es que fuera flor de un día. En octubre, el nuevo Gescrap Bizkaia no pudo llegar a la final de la Supercopa celebrada en su cancha. Tampoco reconfortó su inicio liguero, tan gris que le apeó de la Copa del Rey que se disputa la próxima semana en Barcelona.

Pero el equipo de Fotis Katsikaris se ha mostrado de nuevo altamente competitivo. Primero se clasificó para el Top16 de la Euroliga a costa del Caja Laboral. Y ahora, con una sensacional actuación de Aaron Jackson y Josh Fisher, se ha impuesto al Real Madrid (90-93) en un encuentro trepidante, espléndido. Es el segundo de la serie que enfrenta a los mismos rivales, que juegan de nuevo el miércoles en Bilbao, en la Euroliga. Los hombres de negro se resisten a una Liga bipolar. La pasada temporada ya lo consiguieron y esta vuelven a avisar.

Curiosamente, en el mismo pabellón, el de la Comunidad de Madrid, y en apenas ocho horas, se ventiló el cambio de líder en la Liga Endesa. Perdió el Madrid -por primera vez en casa en la fase regular en los últimos 20 meses- y ganó el Barcelona Regal, que se queda solo al frente de la tabla. El Estudiantes no tuvo apenas ninguna opción ante los azulgrana (65-80). Cinco triples de Eidson, tantos como todos los que sumaron todos los jugadores del Estudiantes, otros cuatro de Navarro y los 14 que totalizó el Barcelona decantaron el pulso.

En Málaga, un año después de la destitución de Aíto García Reneses como entrenador del Unicaja, vuelven a las andadas. La derrota ante el Blusens Monbus por 54-69 resultó durísima para la fiel parroquia del Martín Carpena. El batacazo de la escuadra de Chus Mateo es hiriente por un doble motivo. Primero: anotar 54 puntos, y más en casa, es decepcionante en sí mismo; tremebundo con unos porcentajes paupérrimos: 28% en tiros de dos, 29% en triples y un bochornoso 55% en tiros libres (12 de 22). Segundo: llueve sobre mojado. Es su cuarta derrota en sus últimos cinco compromisos en la Liga, a lo que hay que añadir las que suma en el Top 16 y que lo desahucian en la Euroliga.

En los despachos y en la enfermería se devanan los sesos. Se nacionaliza al brasileño Augusto César Lima, se tramita el pasaporte albanés del estadounidense Gerald Fitch y se recupera al también estadounidense Mark Payne. Pero el equipo no funciona, como si la canasta que Mirotic anotó para el Madrid el pasado 19 de enero y que supuso la primera derrota de su desdichada serie hubiera marcado un inesperado punto de inflexión.

Dos entrenadores se estrenaron en la Liga Endesa, dos viejos conocidos, con distinta fortuna. El Valencia de Perasovic anotó solo cuatro de los 27 triples que lanzó y perdió en Zaragoza por 71-63. El Ucam Murcia de Óscar Quintana, con Augustine y Udoka al frente, fundió al Fiatc Joventut: 76-54. Espabilan el Obradoiro y el Murcia y la situación de dos históricos, el Estudiantes y el Joventut, cada vez más cerca de la cola, es dramática.

El Caja Laboral logró estrenar su remozado pabellón Buesa Arena con un trabajado triunfo frente al Gran Canaria (71-67). Teletovic y Milko Bjelica fueron vitales, así como la capacidad del equipo vitoriano para recuperarse de un parcial de 0-16 que, tras un triple de Bramos, dio la delantera a los canarios (53-54). La fiesta acabó bien para la afición del Buesa Arena porque los suyos contestaron con la misma medicina.

El Lucentum Alicante continúa con su particular epopeya. Venció al Bankia de Sevilla por 86-82. Fue necesaria una prórroga. El Lucentum se reafirma en la cuarta plaza, como equipo emergente entre los grandes, como si siguiera la estela del Bilbao.

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