Cartas al director

Cómo van a salir las cuentas

Leo estupefacto una noticia que debería provocar grandes debates en los medios y que solo pasa de puntillas por las secciones de Cultura. Cierran el Gran Teatre del Liceu dos meses porque las cuentas no salen. Leo en las informaciones que el problema es estructural, porque los gastos corrientes del teatro suponen un 70% del presupuesto y que incluso las producciones (óperas, ballets, conciertos, pedagógicos, etcétera) son tan rentables que hasta han generado un millón de euros de beneficios. ¿Cómo es esto posible?

Según se ve, la dirección del teatro ha visto cuál es el mal y manda a lo...

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Leo estupefacto una noticia que debería provocar grandes debates en los medios y que solo pasa de puntillas por las secciones de Cultura. Cierran el Gran Teatre del Liceu dos meses porque las cuentas no salen. Leo en las informaciones que el problema es estructural, porque los gastos corrientes del teatro suponen un 70% del presupuesto y que incluso las producciones (óperas, ballets, conciertos, pedagógicos, etcétera) son tan rentables que hasta han generado un millón de euros de beneficios. ¿Cómo es esto posible?

Según se ve, la dirección del teatro ha visto cuál es el mal y manda a los trabajadores dos meses a sus casas sin empleo ni sueldo sin importar las producciones (tan beneficiosas) que haya que suspender. El problema, según la dirección del teatro, es que la estructura personal del teatro es desmedida, muchos trabajadores con muchos beneficios, muchas libranzas, muchos sueldos, mucho de todo. Esto ha llegado a un punto que incluso hace necesario que se tenga que prescindir de una fuente de ingresos tan segura como es renunciar a varias producciones.

¿Cómo le salen esas cuentas a los señores de la dirección del Gran Teatre del Liceu? ¿No será que están faltando a la verdad cuando cargan todas las culpas en la estructura humana? Los que hemos trabajado en una ópera sabemos que durante el periodo de montaje de una producción nueva hay mucha gente trabajando cuyos sueldos van directamente cargados a la parte estructural de los presupuestos en vez de ir a la parte de las producciones. Porque si no fuese así, esos números que la dirección está tergiversando para poner a la opinión pública en contra de los trabajadores del Liceu no les saldrían ni en sus más plácidos sueños.

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¿Alguien se puede creer que una producción de más de un millón y medio de euros puede tener beneficios con tan solo ocho funciones abierta al público? ¿Alguien sabe lo que es un teatro de la ópera por dentro? ¿Alguien sabe la cantidad de personal que es necesario para levantar el telón en una producción de tamaño medio? ¿Alguien ha calculado dentro de los presupuestos de las producciones el gasto de sueldos que supone tener al número de técnicos necesarios durante los ensayos? Claro que lo saben, pero no lo incluyen en el gasto de la producción, lo incluyen en el gasto del teatro, así es más fácil decir que la culpa del déficit es del personal y no de esos señores que despilfarran dinero a espuertas para hacer ¡ocho funciones! La ópera al alcance de todos. Gracias a Dios, siempre tendremos unos pobres trabajadores a los que echarles las culpas y echarles a la calle.

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