Análisis:EL ACENTO

La abdicación de Baltar

A rey muerto, rey puesto. José Luis Baltar, el cacique orensano del PP que lleva 22 años presidiendo la Diputación provincial, se va. Su hijo, José Manuel Baltar, que ha hecho su carrera política gracias a los buenos oficios de papá, es el candidato con más opciones para sucederle como no podía ser de otra manera en este caso. Otras dinastías más raras se han visto y la de José Luis Baltar ha costado muchos años de esfuerzo y un buen puñado de millones de euros al erario público, que es de donde salen los salarios de los casi 1.000 empleados de la Diputación, entre los que hay mayoría de alcal...

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A rey muerto, rey puesto. José Luis Baltar, el cacique orensano del PP que lleva 22 años presidiendo la Diputación provincial, se va. Su hijo, José Manuel Baltar, que ha hecho su carrera política gracias a los buenos oficios de papá, es el candidato con más opciones para sucederle como no podía ser de otra manera en este caso. Otras dinastías más raras se han visto y la de José Luis Baltar ha costado muchos años de esfuerzo y un buen puñado de millones de euros al erario público, que es de donde salen los salarios de los casi 1.000 empleados de la Diputación, entre los que hay mayoría de alcaldes y concejales del PP de la provincia y sus familiares. Bajo su mandato, la Diputación se ha convertido en la tercera empresa de la provincia y la más grande de las diputaciones de Galicia. Pero el sistema ha dado resultado porque la gente suele ser agradecida. De ahí que José Luis Baltar, 71 años, 43 de ellos en la política, pueda presumir ahora de no haber perdido jamás unas elecciones.

Baltar padre abandona con cierta arrogancia la política. "A mí no me echan. Me voy cuando yo quiero", ha dicho en su despedida, en la que no ha mencionado la investigación abierta en su día por la fiscalía a raíz de tanto fichaje sin control para la Diputación que presidía. Para hablar de su sucesión, fue más retórico. "Lo decidirá la dirección provincial del partido", respondió a los periodistas sin aclarar que la mencionada dirección está justamente en manos de su hijo José Manuel, que hoy es el presidente del PP en Ourense gracias a los votos de compromisarios del partido contratados previamente por su padre. Es, además, vicepresidente del Parlamento gallego, lo que le facilita suceder a su padre porque es suplente en la lista de diputados provinciales. De hecho, le han elegido candidato por unanimidad.

La retirada del que se llama a sí mismo cacique bueno, seguramente por su capacidad para repartir empleo entre sus correligionarios, promete tener continuidad en un hijo ambicioso que tiene prisa por tocar más poder. Ello, a pesar de que su progenitor, mayor, enfermo y seguido por la justicia, dice ahora que haberse dedicado a la política desde el año 1968 no le ha merecido la pena.

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