Tribuna:

Modelos de banca global

En el periodo inmediatamente anterior a la crisis, los bancos internacionales experimentaron una notable expansión. En los países emergentes aumentaron la eficiencia del sistema financiero, su seguridad y el servicio a capas de población hasta entonces no atendidas. Sin embargo, la crisis reciente ha puesto en cuestión su papel: por un lado, porque han sido vistos como su origen o vía de propagación (Bear Sterns, Lehman Brothers); por otro, porque las ayudas públicas en algunos países han alimentado un sentimiento nacionalista hacia los bancos. Asistimos a una cierta "desglobalización" de los ...

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En el periodo inmediatamente anterior a la crisis, los bancos internacionales experimentaron una notable expansión. En los países emergentes aumentaron la eficiencia del sistema financiero, su seguridad y el servicio a capas de población hasta entonces no atendidas. Sin embargo, la crisis reciente ha puesto en cuestión su papel: por un lado, porque han sido vistos como su origen o vía de propagación (Bear Sterns, Lehman Brothers); por otro, porque las ayudas públicas en algunos países han alimentado un sentimiento nacionalista hacia los bancos. Asistimos a una cierta "desglobalización" de los sistemas financieros, con controles de capitales, segmentación de mercados y medidas de corte proteccionista.

Asistimos a cierta desglobalización financiera con controles de capital y medidas proteccionistas

Sin embargo, ni todo el origen de la crisis está en los bancos globales, ni todos los modelos de banca global han sido propagadores de la crisis. Agentes como algunos fondos de inversión, agencias de rating o vehículos especiales de inversión (el llamado sistema bancario en la sombra) han desempeñado un papel determinante en el origen de los problemas. En cuanto a su propagación, atendiendo a los resultados de las entidades, son las filiales, con liquidez descentralizada y con un negocio eminentemente minorista, las que mejor se han comportado en este episodio.

Las filiales, a diferencia de las sucursales, son más apropiadas para la financiación en moneda local, están sujetas a la supervisión del país de destino, permiten una mejor gestión de los riesgos y, en caso de que se enfrenten a una crisis, son más fáciles de resolver. Además, la liquidez descentralizada implica que esta se puede gestionar localmente, minimizando el contagio y haciendo la resolución de la entidad más sencilla. Los negocios minoristas están cubiertos por los fondos de garantía de depósitos locales, y son menos volátiles que la banca de inversión, con la que se complementan.

Es interesante el contraste entre los bancos españoles en América Latina, con un modelo descentralizado, frente a las redes de algunos bancos europeos en Europa del Este, con un modelo centralizado. La experiencia de los últimos años muestra que el contagio ha sido mayor en estos que en aquellos, tanto cuando la crisis se ha producido en el país de origen como en el país de destino.

¿Implican las recientes tendencias regulatorias y supervisoras que debe abandonarse el modelo de banca internacional? No, pero sí implican que las expansiones deben hacerse bien. Como dice el economista Dani Rodrick, "la globalización aumenta el coste de las políticas equivocadas, pero también maximiza el beneficio de acertar".

Santiago Fernández de Lis y Ana Rubio son economistas de BBVA Research.

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