El gran desconocido

Si algo no dejaba de comentarse durante la toma de posesión del nuevo jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díaz (Valladolid, 1952), era que resultaba casi desconocido para la mayoría de los responsables y mandos. Este comisario principal lleva más de 30 años en el cuerpo y se caracteriza por ser especialmente riguroso, en especial con los suyos. Ahora se enfrenta al reto de mantener a la región como una de las más seguras de Europa.

El primer discurso que pronunció Fernández Díaz poco despejó sobre sus objetivos. Se dedicó a agradecer el trabajo de algunos compañer...

Si algo no dejaba de comentarse durante la toma de posesión del nuevo jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díaz (Valladolid, 1952), era que resultaba casi desconocido para la mayoría de los responsables y mandos. Este comisario principal lleva más de 30 años en el cuerpo y se caracteriza por ser especialmente riguroso, en especial con los suyos. Ahora se enfrenta al reto de mantener a la región como una de las más seguras de Europa.

El primer discurso que pronunció Fernández Díaz poco despejó sobre sus objetivos. Se dedicó a agradecer el trabajo de algunos compañeros desaparecidos y otros que acudieron al acto. Y poco más. Los discursos del ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, y del director de la Policía, Ignacio Cosidó, le dejaron en un marcado segundo plano. Y en ese se ha mantenido en su primera semana. En estos días se ha reunido con los mandos policiales para saber cuál era el estado de la Jefatura madrileña. "La reunión que mantuvo con nosotros fue formal", explica un asistente a la misma.

"¿Que cómo es Alfonso? Un hombre muy trabajador, dedicado a su trabajo y muy profesional". Así lo describía un responsable policial que le vincula abiertamente con posiciones conservadoras. Su paso por diversos puestos de responsabilidad han dejado esa aureola de rigurosidad que le precede. Comisario desde junio de 2008, ha estado al frente de la Brigada de Información (lucha antiterrorista) en el País Vasco, la dirección de las jefaturas de Navarra y de Castilla y León. Precisamente volvería a tierras navarras para dirigir la policía foral. Algunos conocidos afirman que allí se ganó más enemistades por abrir expedientes internos a los agentes. "De nuevo, y ya es el cuarto o quinto, nombran a un comisario que no ha estado nunca en Madrid. No se dan cuenta de que es la jefatura más difícil y que se necesita gente que sepa dónde se mueve", criticaban algunos mandos.

"Es un tío campechano, que no se deja apabullar por la estadística, como otros. Prefiere más la sensación de lo que está ocurriendo en la calle y de lo que vive la gente", añaden otros. Al haber estado en Navarra tiene conocimientos de Seguridad Ciudadana, en especial de control de manifestaciones y altercados callejeros.

El último destino desde noviembre de 2007 fue Castilla y León donde se encargó de la Unidad de Apoyo de esa jefatura, cargo que ocupa en Madrid. Aquí sustituye al desaparecido Javier Redondo Zúñiga, que falleció a mediados de diciembre. Entre bambalinas algunos asesores y responsables del Ministerio del Interior ya anunciaron cambios en todos los niveles de la jefatura. Algunos de esos cambios serán obligatorios, ya que al menos cinco mandos han ascendido a puestos de mayor responsabilidad fuera de la capital.