Un conflicto de 1.261 días
El 29 de septiembre de 2008 el secretario general del PSM, Tomás Gómez, ordenó disolver la agrupación socialista de Móstoles, que por aquella época contaba con más de 700 afiliados, lo que la convertía en la segunda en importancia en Madrid.
El motivo que esgrimió entonces la ejecutiva socialista regional fue la existencia de "graves irregularidades". Posteriormente y ante las numerosas reclamaciones de los militantes del municipio metropolitano, la dirección regional adujo "la existencia de múltiples conflictos internos", según cuenta un destacado afiliado de la agrupación.
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El 29 de septiembre de 2008 el secretario general del PSM, Tomás Gómez, ordenó disolver la agrupación socialista de Móstoles, que por aquella época contaba con más de 700 afiliados, lo que la convertía en la segunda en importancia en Madrid.
El motivo que esgrimió entonces la ejecutiva socialista regional fue la existencia de "graves irregularidades". Posteriormente y ante las numerosas reclamaciones de los militantes del municipio metropolitano, la dirección regional adujo "la existencia de múltiples conflictos internos", según cuenta un destacado afiliado de la agrupación.
La dirección del partido encargó a la diputada regional Matilde Fernández que elaborara un informe sobre la situación de la agrupación. La exministra socialista se entrevistó con numerosos militantes de Móstoles, pero finalmente no se pudo restablecer el orden.
Durante las primarias del pasado otoño que enfrentaron a Gómez con Trinidad Jiménez, el conflicto de Móstoles obligó al federal a tomar una decisión. Permitió que aquellos que estuvieran al corriente de sus pagos pudieran votar; 1.261 días después de ser suspendida todo sigue igual. "La decisión del federal a solo dos días del congreso regional no garantiza el voto de los militantes", lamenta David Lucas, portavoz socialista en esa ciudad.