Columna

Malos tiempos para la sanidad pública

Aunque el 2011 tampoco ha sido un buen año para la sanidad publica valenciana, el año 2012 amenaza con ser todavía peor.

A los males crónicos con los que el Gobierno del Partido Popular castiga a nuestra sanidad: financiación insuficiente, mala y oscura gestión, endeudamiento creciente y escasa, casi nula, inversión, en contrapartida con el incremento de las privatizaciones, el PP, en el año 2011, ha aumentado la ignominia: ha eliminado el hospital Infantil La Fe, ha destrozado el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y ha quitado más de mil camas hospitalarias en la ciudad de ...

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Aunque el 2011 tampoco ha sido un buen año para la sanidad publica valenciana, el año 2012 amenaza con ser todavía peor.

A los males crónicos con los que el Gobierno del Partido Popular castiga a nuestra sanidad: financiación insuficiente, mala y oscura gestión, endeudamiento creciente y escasa, casi nula, inversión, en contrapartida con el incremento de las privatizaciones, el PP, en el año 2011, ha aumentado la ignominia: ha eliminado el hospital Infantil La Fe, ha destrozado el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y ha quitado más de mil camas hospitalarias en la ciudad de Valencia, entre otras agresiones contra la sanidad.

En el año electoral han utilizado electoralmente la sanidad pública: pasadas las elecciones nos dejan una Fe sin acabar, la caja vacía de un hospital en Llíria, sin médicos ni enfermeras, la maqueta, carísima maqueta, de un hospital de La Vall d'Uixó y la promesa de un hospital en Torrent que, como todas las promesas del PP, se fue con el viento.

El presupuesto de la Consejería de Sanidad para 2012 es inferior al de 2011 en 22 millones

Pero el año 2012 amenaza con ir a peor, al menos en tres aspectos:

Distribución del presupuesto. El presupuesto de la Consejería de Sanidad para 2012 es inferior a 2011 en 22 millones de euros. Pero la disminución no se hace en todas las partidas: en el área de asistencia sanitaria se disminuyen los gastos de personal, pero se incrementa siete millones de euros el presupuesto dedicado a la cúpula directiva de la consejería. En una Administración sobredimensionada de altos cargos, con solapamiento de funciones entre diferentes áreas y direcciones generales, se incrementan los presupuestos dirigidos a tareas no asistenciales. Dentro de poco en la Consejería de Sanidad habrá más generales que soldados. Un ejemplo, doloroso, está en el hospital Arnau de Vilanova, donde, después de tres legislaturas del Partido Popular, sigue sin haber servicios asistenciales básicos, como hemodinámica y nefrología, y sin embargo crean nuevos puestos directivos: un director médico más, eso sí, hermano del consejero que fue de sanidad Serafín Castellano. Y los proveedores de productos sanitarios, los farmacéuticos y las limpiadoras, pueden seguir esperando para cobrar.

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Nuevo modelo organizativo. La Consejería de Sanidad ha presentado un nuevo modelo organizativo para el hospital, inconcluso, La Fe. Modelo que copia otros modelos que fueron abandonados por poco operativos y excesivamente onerosos, que ya se aplicaron en otras comunidades autónomas, como la andaluza, con poco éxito y contestados por facultativos y sindicatos.

El modelo, que se presenta exclusivamente para La Fe, lo que sí garantiza es una plétora de cargos directivos: director/a de operaciones ¿para que está el staff de dirección?, directores/as de área clínica, jefe/as de unidad de gestión clínica de zona básica de salud. Todos los puestos tienen en común la discrecionalidad de sus nombramientos: tienen garantizada la opacidad y la ausencia de mecanismos de control (organizaciones profesionales, sindicatos, ciudadanos) del proceso de designación.

Sus sueldos oscilarán entre 57.000 y 60.000 euros anuales, dependiendo de si optan por tener actividad privada o no. Es vergonzoso y produce indignación que cargos directivos, a 57.000 euros por cabeza, puedan compatibilizar su trabajo en la sanidad pública y en la empresa privada. Pero no al Gobierno del PP, que lo consiente y alienta. Señor Fabra: ¿cuánto nos va a costar este nuevo capricho a los ciudadanos? ¿Qué objetivos piensa cumplir con este modelo organizativo? ¿Nos garantiza la desaparición de las listas de espera? Díganos ¿a quién quiere colocar?.

Privatización. El 90 % de los enfermos renales crónicos se dializan en empresas privadas. La alta tecnología, en su gran mayoría, está en manos privadas.

El Partido Popular continúa poniendo la sanidad pública valenciana en manos privadas y esto es esencialmente malo para los ciudadanos. Lo es porque la gestión privada, independientemente de que sea buena o mala asistencialmente, solo es buena para el mercado si logra dar dividendos y solo es buena para los gestores si incrementa sus beneficios económicos. La sanidad pública, independientemente de que sea buena o mala asistencialmente, tiene un objetivo diferente: producir beneficios sociales, mejorar la salud de la gente, utilizar mejor los recursos de todos para dar mejor asistencia.

El Gobierno del PP juntó una constructora, una empresa de seguros médicos y dos cajas de ahorros y se inventó el negocio Ribera Salud, SA. Luego le adjudicó los departamentos sanitarios de Alzira, Dénia, Torrevieja, Elche y Manises: el 20% de la sanidad pública valenciana. La salud de más de un millón de valencianos en manos privadas. Si alguno de ellos pensaba que su sanidad no estaba en riesgo porque el capital del negocio sanitario lo ponían las cajas de ahorros valencianas, a fin de cuentas entidades sin ánimo de lucro, ya no puede estar tranquilo. El fiasco de la CAM y Bancaja la han puesto en manos de CVC Capital Partners un Fondo de Capital Riesgo británico. En 2012 la sanidad de los valencianos ya cotizará en el mercado puro y duro.

José Ramón Mayans es secretario de Bienestar Social y Sanidad de la ejecutiva del PSPV-PSOE.

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