clásica | la semana por delante

La gloria hecha música

Sí, es el mismo de todos los años, las mismas melodías y los mismos coros apabullantes de la obra navideña más universal, pero merece la pena volver a ella. El Mesías, la pieza en la que Händel reafirma su maestría en la forma musical del oratorio, llega al Auditorio Nacional el martes y miércoles de la mano de Robert King y su conjunto. La colosal obra de Händel, injustamente recordada únicamente por el Aleluya de la segunda parte, es una de las citas de la Navidad y tiene

el encanto de incluir un amplio coro participativo en el que pueden colaborar los mortales que no es...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Sí, es el mismo de todos los años, las mismas melodías y los mismos coros apabullantes de la obra navideña más universal, pero merece la pena volver a ella. El Mesías, la pieza en la que Händel reafirma su maestría en la forma musical del oratorio, llega al Auditorio Nacional el martes y miércoles de la mano de Robert King y su conjunto. La colosal obra de Händel, injustamente recordada únicamente por el Aleluya de la segunda parte, es una de las citas de la Navidad y tiene

el encanto de incluir un amplio coro participativo en el que pueden colaborar los mortales que no están habituados a frecuentar los escenarios. Estrenada en Dublín y compuesta en tan solo tres semanas, El Mesías es el reflejo de una época de molduras doradas y grandes frescos, de una era de lujo y protocolo, en la que estas obras se componían para retumbar en las bóvedas de las catedrales y en las galerías de las salas de concierto.

Que Robert King se ponga al frente de esta pieza monumental es un acierto.

Archivado En