La marca de Rafa
Hubo una vez un hombre que nunca se rendía ni sucumbía frente a la adversidad por su elevado sentido de la responsabilidad, que levantaba su brazo poderoso y colocaba la bola de modo portentoso allí donde nadie la alcanzaba. Serio y riguroso, nunca alardeaba de su superioridad, porque no se sentía superior sino competidor. Acabada la lid victorioso estrechaba con respeto la mano de su adversario, porque en el fondo no era tal, sabedor de que sus enemigos eran las líneas, la red y su fortaleza mental. Y, además, creía en el equipo porque España también era su proyecto, simplemente grande, senci...
Hubo una vez un hombre que nunca se rendía ni sucumbía frente a la adversidad por su elevado sentido de la responsabilidad, que levantaba su brazo poderoso y colocaba la bola de modo portentoso allí donde nadie la alcanzaba. Serio y riguroso, nunca alardeaba de su superioridad, porque no se sentía superior sino competidor. Acabada la lid victorioso estrechaba con respeto la mano de su adversario, porque en el fondo no era tal, sabedor de que sus enemigos eran las líneas, la red y su fortaleza mental. Y, además, creía en el equipo porque España también era su proyecto, simplemente grande, sencillamente Rafa, ¡nuestra mejor marca!