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El Banco de Valencia descarta despidos pese a que tiene abierta una inspección

La entidad retrasa presentar resultados hasta el dictamen del supervisor

El Banco de Valencia transmitió a sus empleados que descarta cerrar oficinas y recortar plantilla en un futuro próximo, pese a las dificultades que afronta la entidad, según fuentes sindicales y de la propia entidad financiera. El nuevo consejero delegado, Aurelio Izquierdo, se ha dirigido a la plantilla en estos términos. Sin embargo, ahora es casi imposible aventurar el futuro de la entidad valenciana. Tras hacerse público la falta de capital, el banco está buscando un comprador a la vez que diseña un plan financiero para intentar seguir adelante. Podría necesitar alrededor de 800 millones d...

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El Banco de Valencia transmitió a sus empleados que descarta cerrar oficinas y recortar plantilla en un futuro próximo, pese a las dificultades que afronta la entidad, según fuentes sindicales y de la propia entidad financiera. El nuevo consejero delegado, Aurelio Izquierdo, se ha dirigido a la plantilla en estos términos. Sin embargo, ahora es casi imposible aventurar el futuro de la entidad valenciana. Tras hacerse público la falta de capital, el banco está buscando un comprador a la vez que diseña un plan financiero para intentar seguir adelante. Podría necesitar alrededor de 800 millones de capital. Por eso, es muy difícil saber cuál será la plantilla y la red de oficinas de futuro, ya que dependerá de cómo quede encajado.

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Se desconoce si la matriz, el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), responsable del 38% de los derechos de voto del Banco de Valencia, (que también controla Bankia), acudirá a o no a la ampliación de capital. El Banco de Valencia estaba bajo su control de gestión y consolidaba en las cuentas de resultados. Antes de la fusión, dependía de Bancaja.

El Banco de España lleva desde noviembre de 2010 inspeccionando la entidad. En febrero fue consciente de la mala situación, pero permitió que no se tomaran medidas por no perjudicar la salida a Bolsa de Bankia.

Debido a esta inspección abierta, la entidad valenciana no ha presentado resultados hasta septiembre, pese a que está cotizada. La débil situación comercial que atraviesa hace necesaria una rápida solución para el futuro de la entidad.

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