Desviaciones presupuestarias
No puede ser que un presupuesto inicial, estudiado, explicado y aprobado, se aplique finalmente para lo que no está presupuestado, explicado y aprobado.
Las desviaciones presupuestarias, importantes o no, se deben explicar al ciudadano y se deberían limitar para no atrofiar su finalidad y por lo que fueron constituidas. No puede ser que se transfieran fondos entre partidas sin ninguna vinculación, simple y llanamente porque al responsable político de turno le interese, le presionen sus colegas o grupos de presión o simplemente le dé la gana y se beneficie políticamente, a costa de engañ...
No puede ser que un presupuesto inicial, estudiado, explicado y aprobado, se aplique finalmente para lo que no está presupuestado, explicado y aprobado.
Las desviaciones presupuestarias, importantes o no, se deben explicar al ciudadano y se deberían limitar para no atrofiar su finalidad y por lo que fueron constituidas. No puede ser que se transfieran fondos entre partidas sin ninguna vinculación, simple y llanamente porque al responsable político de turno le interese, le presionen sus colegas o grupos de presión o simplemente le dé la gana y se beneficie políticamente, a costa de engañar al ciudadano.
La transparencia, la veracidad y el rigor presupuestario en la gestión pública es fundamental; sin embargo, durante todos estos años se han estado manejando los dineros públicos libre y desenfrenadamente en todas las Administraciones del Estado: Gobierno, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones, empresas públicas... etcétera.
¿Cómo es posible que sean necesarias auditorías externas e independientes para fiscalizar los fondos gobernados por las Administraciones públicas? ¿Tienen los políticos la inevitable necesidad de ser controlados por órganos extraños, libres de presiones e independientes de su gestión o ámbitos de aplicación? ¿Serán los altos funcionarios de carrera los que tendrán que realizar esa función de control sobre sus jefes.