Cartas al director

Aniversario de una catástrofe

Durante estos días se cumplen nueve años de la mayor catástrofe ecológica de la historia de nuestro país: el vertido de petróleo del Prestige. En noviembre de 2002, Aznar era presidente del Gobierno, Álvarez-Cascos, ministro de Fomento y Rajoy, vicepresidente. Fue Álvarez-Cascos el que decidió en contra del criterio de los técnicos intentar alejar el barco lo más posible de las costas, lo que contribuyó a que su casco se partiera en dos. Rajoy coordinaba el gabinete de crisis y fue el que nos dijo a todos los españoles que del casco del Prestige brotaban unos "hilillos de plastil...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Durante estos días se cumplen nueve años de la mayor catástrofe ecológica de la historia de nuestro país: el vertido de petróleo del Prestige. En noviembre de 2002, Aznar era presidente del Gobierno, Álvarez-Cascos, ministro de Fomento y Rajoy, vicepresidente. Fue Álvarez-Cascos el que decidió en contra del criterio de los técnicos intentar alejar el barco lo más posible de las costas, lo que contribuyó a que su casco se partiera en dos. Rajoy coordinaba el gabinete de crisis y fue el que nos dijo a todos los españoles que del casco del Prestige brotaban unos "hilillos de plastilina". Eran millones de litros de chapapote que inundaban la costa cantábrica desde Finisterre hasta el golfo de Vizcaya. Mientras más de 180.000 voluntarios acudían a limpiar las playas con sus propias manos, el presidente Aznar no visitó la costa hasta pasado más de un mes, con la excusa de no molestar a los voluntarios que allí estaban trabajando. Nueve años después Aznar se hace millonario dando conferencias de prestigio por todo el mundo, Cascos es presidente de una comunidad autónoma cuyas costas se llenaron de chapapote y Rajoy va camino de convertirse en presidente del Gobierno. No me dirán que no es agradecida la política en nuestro país... sobre todo para la derecha.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En