Duran busca amarrar el segundo puesto con la amenaza de un "monopolio" del PP

De la noche a la mañana, Josep Antoni Duran Lleida pasó de ser un marchoso batería ante las juventudes del partido a intentar reforzar su buscado papel de estadista frente a empresarios. El candidato de Convergència i Unió (CiU) el 20-N reforzó su mensaje económico en la Cámara de Comercio. Reclamó a los asistentes que le ayuden a frenar "el monopolio" del PP. A Duran se le vio en su salsa: poco antes el presidente Artur Mas le dio un espaldarazo firmando ayudas para las cámaras de comercio. "No necesito que me allanen el camino", apuntó Duran, que confesó sentirse "como en casa". Ante tan fav...

De la noche a la mañana, Josep Antoni Duran Lleida pasó de ser un marchoso batería ante las juventudes del partido a intentar reforzar su buscado papel de estadista frente a empresarios. El candidato de Convergència i Unió (CiU) el 20-N reforzó su mensaje económico en la Cámara de Comercio. Reclamó a los asistentes que le ayuden a frenar "el monopolio" del PP. A Duran se le vio en su salsa: poco antes el presidente Artur Mas le dio un espaldarazo firmando ayudas para las cámaras de comercio. "No necesito que me allanen el camino", apuntó Duran, que confesó sentirse "como en casa". Ante tan favorable auditorio, el democristiano pidió ayuda para amarrar el segundo puesto el 20-N. CiU inició una larga precampaña con opciones y esperanzas de vencer en las elecciones quedando por primera vez por delante del Partit dels Socialistes (PSC). El largo camino ha acabado rebajando las expectativas del candidato: a menos de dos semanas para las elecciones, CiU deberá disputarse el segundo puesto con el PP. Quedar tercero sería un fracaso para Duran.

"Si votan al PP o al PSOE, luego vendrán a llamar a CiU", dijo a los empresarios

Ayer el democristiano se centró en la economía para convencer a los empresarios, un electorado tradicionalmente escorado hacia el centro derecha catalán y que en ocasiones ha virado hacia el PP. Duran pidió ayuda para frenar la candidatura de Jorge Fernández: "Eviten el monopolio de poder del PP, el poder que gobernará España y gobierna en las ciudades. Este monopolio es malo para Cataluña y solo tiene un contrapeso, que es CiU". El candidato aludió a las principales preocupaciones de la Cámara de Comercio para lanzarse a atacar al PP: primero citó la gestión del aeropuerto de El Prat y continuó con el corredor mediterráneo. "A Mariano Rajoy le preguntaron por el corredor y no se mojó. Calló, como hizo siempre", dijo.

El democristiano ofreció sus medidas económicas, con el pacto fiscal como propuesta estrella; justificó las imposiciones de los mercados al Gobierno, y prometió fidelidad a los empresarios: "Nosotros defendemos los colegios profesionales", se jactó Duran, que insistió en que su papel en el Congreso es hacer de "lobby" de los intereses catalanes. Por si tras su diatriba algún empresario tenía pensado votar a alguno de los dos grandes partidos, Duran se guardó la apostilla final: "Si votan al PP o al PSOE, cuando tengan un problema llamarán a la puerta de CiU".

El candidato subió el tono de las críticas al PP por la mañana. Reserva para los mítines vespertinos sus críticas más duras hacia el PSC, al que acostumbra a tachar de "demagogo" por su campaña contra el tijeretazo del Gobierno de Mas. Ayer tuvo el argumento fácil: el vídeo electoral de los socialistas en el que se ve la muerte de un paciente de la sanidad pública y un mensaje final: "Los recortes tienen consecuencias". En un mitin en Manresa (Bages), Duran adoptó un tono grave y se definió como "indignado". "El anuncio no tiene nombre, traspasa los límites de la decencia. Es, simplemente, juego sucio", cargó el candidato de CiU, que tachó la campaña de "chapucera, insensata y alarmista". El democristiano ve a los socialistas "a la desesperada" y "conscientes" de que perderán las elecciones.

Con los recortes encima de la mesa, Duran se apresuró a justificar el tijeretazo de la Generalitat y acusó al Gobierno del PSOE de imponer un ajuste draconiano al Ejecutivo catalán. El candidato recurrió al manual: culpó al tripartito de los recortes -"han provocado la ruina, son los responsables del agujero", dijo- y dio su cifra favorita para ilustrar el estado de las cuentas catalanas: "Cada día pagamos cuatro millones de euros solo en intereses. Y el año que viene, serán seis millones de euros al día", cuantificó.