Memoria pop reciclada
Reuniendo en improbable pareja de baile a Kevin Bacon -que, dos años antes, había revelado su potencial en Diner- y Lori Singer -en la plenitud de su estrellato televisivo-, Footloose (1984) se consagró con su taquillazo como película de culto de los ochenta.
En su remake, Craig Brewer, cuya filmografía acredita como melómano multiusos, no propone tanto una relectura como una inflamación de ese musical que integraba en su lenguaje la fragmentación del videoclip. Aquí, todo es más (contundente, espectacular, ruidoso) para acabar siendo menos (seductor, espontá...
Reuniendo en improbable pareja de baile a Kevin Bacon -que, dos años antes, había revelado su potencial en Diner- y Lori Singer -en la plenitud de su estrellato televisivo-, Footloose (1984) se consagró con su taquillazo como película de culto de los ochenta.
En su remake, Craig Brewer, cuya filmografía acredita como melómano multiusos, no propone tanto una relectura como una inflamación de ese musical que integraba en su lenguaje la fragmentación del videoclip. Aquí, todo es más (contundente, espectacular, ruidoso) para acabar siendo menos (seductor, espontáneo, puro, interesante). La reputación del original obedece antes a razones sentimentales / generacionales que a su discutible excelencia. Brewer no mancilla un clásico, pero recicla memoria pop en aparatoso y redundante fast-food visual.
FOOTLOOSE
Dirección: Craig Brewer.
Intérpretes: Kenny Wormald, Julianne Hough, Dennis Quaid, Andie McDowell, Miles Teller. Género: musical. EE UU, 2011.
Duración: 113 minutos.