Reportaje:arte

La parte por el todo

La exposición 'Paseo por el Amor y la Muerte', en la sala CentroCentro, pone el 'zoom' en obras de los museos del paseo del arte madrileño. Un juego artístico para adivinar a qué cuadro pertenecen esos detalles

La parte por el todo. Es el título de una de las secciones de ese mítico programa de la segunda cadena que dirige Jordi Hurtado, Saber y ganar. Y también podría servir para la exposición Paseo por el Amor y la Muerte, recién inaugurada ayer en la sala CentroCentro del palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento madrileño.

Los fotógrafos Juan Manuel Castro Prieto -que ha retratado los fondos del museo de Orsay y ahora lo hará en el Louvre y el Vaticano- y Ramón Masats -Premio Nacional de Fotografía en 2004-, llegan con la segunda parte de la muestra (...

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La parte por el todo. Es el título de una de las secciones de ese mítico programa de la segunda cadena que dirige Jordi Hurtado, Saber y ganar. Y también podría servir para la exposición Paseo por el Amor y la Muerte, recién inaugurada ayer en la sala CentroCentro del palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento madrileño.

Los fotógrafos Juan Manuel Castro Prieto -que ha retratado los fondos del museo de Orsay y ahora lo hará en el Louvre y el Vaticano- y Ramón Masats -Premio Nacional de Fotografía en 2004-, llegan con la segunda parte de la muestra (Habitantes y paseantes), que el pasado mes de marzo sirvió para inaugurar este magnífico espacio. Pero esta vez ponen el zoom en aquellos detalles que tienen que ver con el amor y la muerte: "Eros y Tánatos, Dos parámetros", según el comisario Chema Conesa, "entre los que se puede encontrar toda la pasión que rige la factura del arte".

Medio centenar de fotografías y un vídeo, con obras de Goya, Ribera, Dalí, Rubens, El Bosco..., revelados en telas y montadas en cajas de luz componen una preciosa instalación y un nuevo recorrido por el llamado paseo del arte madrileño, es decir, por esa distancia que va desde Cibeles hasta Atocha y que deja, a lado y lado, el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, el Reina Sofía y el Museo Arqueológico Nacional. Una ruta, acompañada por música de Mozart, en la que la guía es la curiosidad y la experiencia casi un juego: ¿a qué todo pertenece esta parte?

La muestra se completa con otro juego interactivo creado por el colectivo artístico LUMMO, en el que los retratos de los espectadores se mezclan en tiempo real con el de personajes inmortalizados en las citadas pinacotecas.

Paseo por el Amor y la Muerte. Sala CentroCentro (Palacio de Cibeles). Hasta el 19 de febrero de 2012. Abierto de martes a domingo de 10.00 a 20.00. Gratuito.

El cuadro El descendimiento de Roger van der Weyden.
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Obra de Giovanni Lanfranco (siglo XVII).
Escultura de 1855 de Camillo Torreggiani.
Cristo de José de Ribera.

El descendimiento. Manos de amor y muerte

- Pertenece al cuadro (año 1436) de Roger van der Weyden -el más influyente pintor de la escuela flamenca-. Es la obra principal de una pequeña sala del Museo del Prado: "Es un detalle sobrecogedor: la mano de la virgen desmayada por amor y la del cristo muerto", explica Conesa.

Exequias de un emperador romano. Rostro entre las nalgas

- Esta obra de Giovanni Lanfranco (siglo XVII) es un lienzo de tres por tres metros colgado de una de las paredes del Prado y este es el detalle del margen inferior izquierdo. "Frente a la sensualidad de las vigorosas nalgas, ese rostro tan céreo como bello", comenta Conesa.

La Trinidad. Cristo flotante

- Este cristo de José de Ribera que Juan Manuel Castro Prieto ha hecho flotar mediante técnicas fotográficas, pertenece a la obra que cuelga de una de las paredes del Prado y que mide 226x118 centímetros. "He usado los reflejos del cuadro para crear otra imagen", dice su autor.

Isabel II, velada. Al final del Prado

- Esta escultura de 1855 de Camillo Torreggiani se encuentra al final de uno de los pasillos del Museo del Prado. Castro Prieto selecciona e ilumina solo su rostro, que evoca un poco a El cristo velado de Nápoles. "Es una de las obras más especiales", afirma Conesa.

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