La enfermedad mental y la economía
Hace tres años escribí un artículo con el título Generar empleo: un reto constante en el que me refería a las ideas de John Maynard Keynes, uno de los grandes economistas del siglo XX que, desgraciadamente, se están ignorando. El 6 de septiembre los periódicos informaban de la decisión de Suiza de fijar un valor mínimo de cambio para el euro, a fin de controlar la imparable apreciación del franco suizo frente a la moneda de la Unión Europea y evitar que sea un refugio internacional del dinero. Es una creencia bastante general que esta lucha por defender el euro es consecuencia, en parte...
Hace tres años escribí un artículo con el título Generar empleo: un reto constante en el que me refería a las ideas de John Maynard Keynes, uno de los grandes economistas del siglo XX que, desgraciadamente, se están ignorando. El 6 de septiembre los periódicos informaban de la decisión de Suiza de fijar un valor mínimo de cambio para el euro, a fin de controlar la imparable apreciación del franco suizo frente a la moneda de la Unión Europea y evitar que sea un refugio internacional del dinero. Es una creencia bastante general que esta lucha por defender el euro es consecuencia, en parte, del intento de hacer que el problema de los griegos se solucione a costa de los demás miembros de la Unión Europea. Frecuentemente aparecen pronunciamientos de los líderes políticos que se consideran expertos en la materia, reunidos en comités que nos dan la impresión, a los ciudadanos de a pie, que servirán para conocerse mejor y entablar relaciones sociales, porque a pesar de la presencia de incuestionables figuras no parece que consigan ideas que resuelvan el problema actual.
Aunque es poco conocido, aproximadamente el uno por ciento de la población en los países occidentales sufre esquizofrenia, según un reciente artículo de Alison Abbot en Nature, y está aumentando en las grandes ciudades especialmente. Además, dice que el estrés es un factor desencadenante de los trastornos psi-cóticos. Como decía en el artículo, las buenas ideas se olvidan con facilidad. Así está sucediendo con los planteamientos de Keynes que podrían ser, posiblemente, la solución rápida al gran tema económico mundial actual. Él afirmaba que la falta de empleo es la enfermedad que puede matar al capitalismo y que el mayor problema para el Gobierno es precisamente este. Y sigue así.
La importancia de las ideas de Keynes y su utilización durante la depresión americana del 29 parecen no entenderse: lo que él decía es que los Gobiernos, en tiempos de crisis, deben financiar infraestructuras e industrias que favorezcan la creación de puestos de trabajo y de obras duraderas, no en gastos superfluos. Roosevelt utilizó sus reflexiones y, al parecer, Obama va por ese camino.
Es posible que de todos estos señores que se reúnen en los comités que he mencionado, desgraciadamente alguno tenga problemas psicológicos, y el mundo y nuestro país no se pueden permitir más desatinos, incluyendo el elevado coste del euro.