Las matemáticas de Obama

Tiene razón Barack Obama cuando defiende la elevación de los impuestos para evitar la actual inversión de su progresividad que hace que los ricos paguen menos que los pobres. No hay lucha de clases. Es un mero asunto de matemáticas, pero también de justicia social.

Pero se equivocará si veta el derecho de los palestinos a ser un Estado, tal y como estableció la ley que creó -violando el fideicomiso encargado a Gran Bretaña- el Estado de Israel a costa de los palestinos.

Entonces apoyó su creación sin exigir a los judíos que llegaran a un acuerdo pacífico con los palestinos, ni qu...

Tiene razón Barack Obama cuando defiende la elevación de los impuestos para evitar la actual inversión de su progresividad que hace que los ricos paguen menos que los pobres. No hay lucha de clases. Es un mero asunto de matemáticas, pero también de justicia social.

Pero se equivocará si veta el derecho de los palestinos a ser un Estado, tal y como estableció la ley que creó -violando el fideicomiso encargado a Gran Bretaña- el Estado de Israel a costa de los palestinos.

Entonces apoyó su creación sin exigir a los judíos que llegaran a un acuerdo pacífico con los palestinos, ni que se comprometieran a no robarles sus propiedades privadas, su nacionalidad, su integridad física. Lo que ahora reclaman los palestinos no es ni lucha de clases, ni matemáticas; son derechos humanos y respeto a las propias resoluciones de la ONU. Jurídicamente hablando es nulo todo lo que va contra los propios actos. Por eso, el veto de Estados Unidos será nulo de pleno derecho después de aprobarse la creación del Estado de Israel a costa del Estado de Palestina que, no lo olvidemos, lo era de todos.

Porque, tampoco lo olvidemos, en aquella Palestina a la que traicionó la comunidad internacional, y Gran Bretaña en particular, vivían en ejemplar paz los judíos, los cristianos y los musulmanes.