Columna

Un neutrino, por favor

Parece que nadie quiere enfrentarse a los presupuestos de 2012, ni los que están porque dicen que ya no estarán, ni los que piensan que van a estar y tampoco los que aspiran a una honorable oposición. Es decir, todos quieren tener el poder pero prefieren no gobernar, que de eso se trata en los presupuestos. Desde luego, es para asustarse. Malo es que aparezca una generación de adolescentes que canten con voces blancas y ojos fanáticos que "el futuro me pertenece", como en la escena de Cabaret, pero que unos adultos supuestamente maduros no quieran saber nada del futuro, por temor a manc...

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Parece que nadie quiere enfrentarse a los presupuestos de 2012, ni los que están porque dicen que ya no estarán, ni los que piensan que van a estar y tampoco los que aspiran a una honorable oposición. Es decir, todos quieren tener el poder pero prefieren no gobernar, que de eso se trata en los presupuestos. Desde luego, es para asustarse. Malo es que aparezca una generación de adolescentes que canten con voces blancas y ojos fanáticos que "el futuro me pertenece", como en la escena de Cabaret, pero que unos adultos supuestamente maduros no quieran saber nada del futuro, por temor a mancharse, tampoco es tranquilizador.

En consecuencia, en las distintas comunidades tampoco tienen claro el futuro y no hacen ni tan siquiera supuestos, porque además el amigo americano advierte a Europa de una suspensión de pagos en cascada. Y claro, los tesoreros piensan como aquel otro de la ficción literaria que decía: ¿Y quién puede fiarse de los aliados? Los subsidios que nos prometieron se han quedado tan estancados como el agua de las cañerías. Y por lo demás, ¿qué ha sido de la propiedad en vuestros vastos dominios? Por todas partes surgen usurpadores que quieren vivir por su cuenta y ¡hay que ver cómo lo logran! Hemos renunciado ya a tantos derechos, que casi no nos quedan. Tampoco son muy de fiar los partidos, que así se hacen llamar, lo mismo si censuran que si alaban es indiferente su odio o su amor. Tanto los gibelinos como los güelfos se ocultan para tomarse un respiro; ¿quién se ocupa hoy de su vecino? Cada cual tiene suficiente con lo suyo. Las puertas del tesoro público están condenadas. Todos cavan, hurgan y reúnen, pero nuestras arcas permanecen vacías.

Unas palabras escritas hace bastante más de un siglo, pero que son nuevas para sorpresa de nuestra generación. Mientras tanto, Rajoy intenta dar confianza diciendo que estudió en las Jesuitinas, sin duda, una idea tranquilizadora; y Rubalcaba lanza su campaña haciendo pedagogía, convirtiendo así a los ciudadanos en alumnos, a la espera del examen de las generales. Pero en cuanto a temas políticos, poca cosa, parece ser que de eso ya se ocupan fuera de nuestro país. Estamos en expectativa de destino, como algunos funcionarios.

Para completar el panorama, por estas tierras nos dedicamos a pasarnos facturas unos a otros y abrir informes reservados sobre posibles pecados del adversario, porque cuando hay poco que repartir nos hacemos más agresivos y depredadores.

Pero no todo es tan malo, hay que reconocerlo. Por ejemplo, podría confirmarse que los neutrinos viajan más rápido que la luz. Es un gran avance científico que confirma el progreso y desarrollo del conocimiento, nuestra gran esperanza. De ser así, podríamos tener pronto nuestro neutrino particular para salir pitando, unos hacia el pasado y otros hacia el futuro, según preferencias. Casi un sueño erótico.

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