ESTA SEMANA

Las listas

¡Uf, lo de las listas es un problema tremendo!, exclamaba días atrás el presidente del PP, Mariano Rajoy, en referencia al proceso de elaboración de las candidaturas para el 20-N. Delegaba la resolución del entuerto en el bueno de Miguel Arias Cañete, presidente del Comité Electoral Nacional del PP, y decía que se trataba de una tarea muy difícil, ya que se tienen que tomar decisiones que afectan directamente a determinadas personas.

Su respuesta no deja de ser una mera pose. No se barruntan especiales dificultades precisamente ahora que soplan buenos vientos para un PP que ya se ve en ...

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¡Uf, lo de las listas es un problema tremendo!, exclamaba días atrás el presidente del PP, Mariano Rajoy, en referencia al proceso de elaboración de las candidaturas para el 20-N. Delegaba la resolución del entuerto en el bueno de Miguel Arias Cañete, presidente del Comité Electoral Nacional del PP, y decía que se trataba de una tarea muy difícil, ya que se tienen que tomar decisiones que afectan directamente a determinadas personas.

Su respuesta no deja de ser una mera pose. No se barruntan especiales dificultades precisamente ahora que soplan buenos vientos para un PP que ya se ve en La Moncloa, respaldado, además, por una amplísima mayoría absoluta. En todo caso, a diferencia de lo que sucede en otros partidos, dicha formación no se ha caracterizado por la sucesión de conflictos internos a cuenta de la configuración de las listas. No ocurre lo mismo con el PSOE, que acaba de superar el trance, pero no sin sobresaltos.

Habitualmente, toda la atención se centra en los socialistas, como si los demás partidos no tuvieran también líos a la hora de discernir quiénes son los elegidos. Pero es lo que tiene ser un partido mayoritario y de gobierno, que cualquier movimiento es escudriñado al máximo. Y en el caso del PSOE hay que reconocer que el debate se intensifica aún más en estas fases en lo que unos llamarán sano ejercicio de democracia interna y, otros, sencillamente, pura lucha por el poder. Con todo, ya se ha cubierto una etapa sin significativas tensiones a la espera, eso sí, de que la dirección del partido apruebe definitivamente las listas. No se esperan sorpresas, aun cuando algunos albergan esperanzas de que Ferraz introduzca modificaciones, sobre todo, en la de Cádiz. En la ejecutiva regional no disimulan su malestar por cómo se han desarrollado allí los acontecimientos.

No han salido sus planes de evitar que figure en la lista al Congreso su secretario general, Francisco González Cabañas. De momento, el alcalde de Benalup le ha ganado el pulso al mismo Griñán, cuyo nombre invocaba el sector crítico surgido contra él. Ni siquiera se han ahorrado el espectáculo de involucrar a los delegados de la Junta en la pelea, implicándose hasta las cejas en un circo del que quien peor sale parado es el presidente federal del partido, Manuel Chaves. Se considera que Cabañas desobedece las instrucciones de Rubalcaba para que no vayan alcaldes. De hecho, esta semana se espera que formalice su renuncia como alcaldesa de La Albaida Soledad Cabezón, al ser incluida por Sevilla. Por tanto, habrá que estar muy atentos a lo que pueda suceder.

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