Un libro de estilo para la Generalitat

En su propósito de zanjar algunas de las polémicas que han marcado la sociedad y la política valenciana en los últimos tiempos, el jefe del Consell, Alberto Fabra, se convirtió ayer en el primer presidente de la Generalitat en visitar la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). La institución, dependiente del Gobierno autonómico, fue creada en 1998 bajo el mandato del expresidente popular Eduardo Zaplana. Pero ni él, ni su breve sucesor José Luis Olivas, ni el dimitido Francisco Camps asistieron a ninguno de sus actos, evidenciando la tensión que la cuestión lingüística seguía generando en las...

En su propósito de zanjar algunas de las polémicas que han marcado la sociedad y la política valenciana en los últimos tiempos, el jefe del Consell, Alberto Fabra, se convirtió ayer en el primer presidente de la Generalitat en visitar la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). La institución, dependiente del Gobierno autonómico, fue creada en 1998 bajo el mandato del expresidente popular Eduardo Zaplana. Pero ni él, ni su breve sucesor José Luis Olivas, ni el dimitido Francisco Camps asistieron a ninguno de sus actos, evidenciando la tensión que la cuestión lingüística seguía generando en las filas del Partido Popular regional.

Fabra sorprendió en su intervención con la petición de que la Acadèmia colabore en la redacción de un libro de estilo para las Administraciones Públicas, que servirá de guía, dijo, en los escritos que genera.

El presidente acudió invitado por la entidad, que celebraba una sesión extraordinaria con motivo de la toma de posesión del profesor Eduard Mira y del sacerdote Miquel Navarro Sorní como nuevos académicos. Fabra leyó en valenciano un discurso moderado y conciliador: "El valenciano es parte fundamental de nuestra cultura. Un instrumento de entendimiento y unión, nunca de confrontación o de discriminación". La lengua, prosiguió, "forma parte del alma de nuestro pueblo, y por tanto también del patrimonio cultural valenciano y español". Y abogó por un "modelo lingüístico integrador, nunca excluyente, basado en la libertad de expresión, en la cooficialidad y en la igualdad de derechos y deberes".

Uno de los motivos que llevaron a la creación de la Acadèmia, afirmó el jefe del Consell, "fue la necesidad de elaborar una normativa lingüística moderna, que continuara la obra de diversas generaciones de estudiosos de la filología, investigadores y literatos". El presidente no citó, sin embargo, ningún hito (como las Normes de Castelló) ni ningún nombre, a pesar de que ayer se conmemoraba el centenario del nacimiento de Manuel Sanchis Guarner, referente clave del estudio de la lengua, a quien sí había mencionado minutos antes Figueres.

La presidenta de la AVL consideró "un signo de normalidad que el presidente visite las instituciones de la Generalitat, como la Acadèmia, que es una institución estatutaria"; "estamos", añadió, "muy orgullosos".