Arteta permite a Wenger recuperar la fórmula del '4'

Sin saberlo, Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) recogió en La Masía una herencia que escondía una paradoja. Llegó al Barça con 15 años y tuvo tiempo para beber de la pócima que repartían en la mejor escuela de centrocampistas. Pero el excedente de producción en la fábrica de guardiolas le cerró las puertas de la élite y le obligó a emigrar tres años después. Se llevó el secreto de la fórmula y, tras años de pasear su talento por Francia, Escocia e Inglaterra, una carambola del destino le ha llevado a ocupar en el Arsenal el hueco dejado por el regreso a casa de Cesc.

"No me queda...

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Sin saberlo, Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) recogió en La Masía una herencia que escondía una paradoja. Llegó al Barça con 15 años y tuvo tiempo para beber de la pócima que repartían en la mejor escuela de centrocampistas. Pero el excedente de producción en la fábrica de guardiolas le cerró las puertas de la élite y le obligó a emigrar tres años después. Se llevó el secreto de la fórmula y, tras años de pasear su talento por Francia, Escocia e Inglaterra, una carambola del destino le ha llevado a ocupar en el Arsenal el hueco dejado por el regreso a casa de Cesc.

"No me queda tanto tiempo como para desaprovechar una oportunidad así", explicó en su despedida del Everton. "Es un desafío. Me quiero ver en la mejor competición, la Champions", concluyó.

Tras seis temporadas en el otro equipo de Liverpool, en el que disputó 208 partidos y marcó 35 goles, Arteta llega a Londres para apuntalar un centro del campo demolido tras las salidas de Cesc y Nasri. Arsène Wenger compra por 12 millones de euros un recambio de garantías, pero sobre todo ficha otro jugador que tiene la fórmula del 4.

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