Las carencias de Europa
¿Existe Europa? La pregunta así planteada en el buscador Google nos presenta 85.200 posibles respuestas en 0,05 segundos. Parece que no soy el primero. He oído a Emma Bonino reiterar dos de las carencias fundamentales en la construcción europea: en primer lugar, la falta de voluntad política de los Estados miembros en la adopción de una política fiscal y económica común, y, en segundo lugar, una lentitud exasperante en la adopción de medidas, también de las urgentes, como consecuencia de una gestión y ratificación multiestatal.
Ambas carencias pueden resumirse en una: la falta de órgano...
¿Existe Europa? La pregunta así planteada en el buscador Google nos presenta 85.200 posibles respuestas en 0,05 segundos. Parece que no soy el primero. He oído a Emma Bonino reiterar dos de las carencias fundamentales en la construcción europea: en primer lugar, la falta de voluntad política de los Estados miembros en la adopción de una política fiscal y económica común, y, en segundo lugar, una lentitud exasperante en la adopción de medidas, también de las urgentes, como consecuencia de una gestión y ratificación multiestatal.
Ambas carencias pueden resumirse en una: la falta de órganos e instituciones europeas con capacidad realmente decisoria, que impide a todos los niveles -político, económico, diplomático- que Europa tenga el peso internacional que le corresponde. Y mientras esto no se subsane, Europa seguirá siendo poco más que un concepto "geográfico", como remarcaba la siempre lúcida Emma Bonino. Y los mercados continuarán a lo suyo, ignorando tanto proclamas de solvencia como rescates.