Gomas de separación: seguridad para bicis y peligro para motos
Durante muchos años, los usuarios de la bicicleta pidieron al Ayuntamiento de Barcelona que instalara gomas de separación entre los carriles bici y la calzada. Ayer, sin embargo, el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, confirmó que se evaluará la efectividad de dichas barreras y que en algunos casos se podrían llegar a retirar. El Gobierno de Trias argumenta que en algunos sitios pueden ser responsables de accidentes, especialmente de motocicletas. La noticia no le ha gustado a los grupos que promueven el uso de la bici en Barcelona y aseguran que los ha cogido por sorpresa. Ellos defiend...
Durante muchos años, los usuarios de la bicicleta pidieron al Ayuntamiento de Barcelona que instalara gomas de separación entre los carriles bici y la calzada. Ayer, sin embargo, el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, confirmó que se evaluará la efectividad de dichas barreras y que en algunos casos se podrían llegar a retirar. El Gobierno de Trias argumenta que en algunos sitios pueden ser responsables de accidentes, especialmente de motocicletas. La noticia no le ha gustado a los grupos que promueven el uso de la bici en Barcelona y aseguran que los ha cogido por sorpresa. Ellos defienden que dichas barreras ofrecen seguridad a los ciclistas y aseguran el espacio para el uso de las bicis, muchas veces invadido por las motos. En septiembre, en la reunión del Pacto por la Movilidad (que incluye a los colectivos pro bici) y de la mesa del Plan Estratégico de la Moto, se tomará la decisión.
En septiembre, los usuarios de la bicicleta en Barcelona le dirán adiós a algunas de las gomas que separan su carril del de los automóviles. El Ayuntamiento de Barcelona evaluará los 48 kilómetros de carril bici protegidos con los separadores y retirará los que considere "peligrosos" para los motoristas y viandantes. La iniciativa, que no fue consultada a las entidades que promueven la bicicleta y que forman parte del Pacto por la Movilidad, despertó reacciones en contra. Muchos la tildan de "gran retroceso" en la apuesta por el transporte sostenible.
Las gomas de separación siempre han sido polémicas, sobretodo al principio de su instalación. El 24% de los carriles bici de la ciudad las tienen. Las críticas siempre se han orientado a que de noche son prácticamente invisibles, pues no poseen elementos reflectantes. Por otro lado, Albert García, de la Coordinadora de Usuarios de la Biclicleta, destaca que su implantación fue una reivindicación histórica. "Tiene que haber una separación, es la única seguridad para el ciclista", puntualizó. Desde el Bicicleta Club de Catalunya, por ejemplo, se insiste en la necesidad de instalarlas en calles como Consell de Cent.
El anuncio de la evaluación a las gomas lo hizo ayer el primer teniente de alcalde de la ciudad, Joaquim Forn. El máximo encargado del área de movilidad en el Ayuntamiento matizaba así unas declaraciones del concejal de este asunto, Eduard Freixedas, que le dijo el martes a El Periódico de Catalunya que "retiraremos los pilones de separación del carril bici porque ha habido muchas quejas y accidentes".
Desde la oposición, David Escudé (PSC), encargado del área de movilidad, señaló que son más las ventajas de las separaciones que las desventajas: "Se han presentado accidentes con motos y gomas, pero no son una de las principales causas. Hay más por giros con velocidad excesiva o por arrancada prematura en los semáforos", dijo. A Escudé le parece sintomático que el nuevo gobierno desoiga
acuerdos alcanzados por el Pacto por la Movilidad, donde se planteó la implantación de las gomas. "Que digan claro que quieren una ciudad rápida y salvaje", remachó Albert García. Este asunto será evaluado en septiembre en la reunión del Pacto por la movilidad.