A 30 kilómetros de su casa

Dos policías municipales hallan en la plaza de Castilla a la joven desaparecida el pasado miércoles de Getafe

Celia M. C., la joven de 16 años que llevaba desaparecida desde el pasado miércoles de su casa en Getafe, estaba mucho más cerca de lo que en un principio cabía suponer. Dos agentes de una oficina móvil de atención al ciudadano de la Policía Municipal la hallaron alrededor de las cinco de la tarde en la plaza de Castilla. La menor, que estaba en perfecto estado de salud, aseguró a los investigadores que se marchó por su propia voluntad y que, tras estar un día en Málaga, regresó a la capital. Aquí la acogió una familia rumana tras verla desamparada.

Los dos agentes vieron a una joven y ...

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Celia M. C., la joven de 16 años que llevaba desaparecida desde el pasado miércoles de su casa en Getafe, estaba mucho más cerca de lo que en un principio cabía suponer. Dos agentes de una oficina móvil de atención al ciudadano de la Policía Municipal la hallaron alrededor de las cinco de la tarde en la plaza de Castilla. La menor, que estaba en perfecto estado de salud, aseguró a los investigadores que se marchó por su propia voluntad y que, tras estar un día en Málaga, regresó a la capital. Aquí la acogió una familia rumana tras verla desamparada.

Los dos agentes vieron a una joven y les pareció que respondía a las características físicas de la desaparecida de Getafe, por lo que decidieron hablar con ella. Sus sospechas habían dado en el blanco. Se trataba de Celia M. C. Los policías trasladaron a la menor a su sede de Tetuán, en la cercana avenida de Asturias. Una media hora después llegaba el padre, Jesús María, y dos amigos suyos.

La joven fue atendida por psicólogos del SAMUR, ya que sufría "una rabieta", según explicó el padre. "Físicamente está bien. No le pasa nada", añadió el progenitor. Este no paró de hablar por el teléfono móvil en el patio de la sede policial hasta que su hija fue trasladada a la comisaría de policía de Tetuán, donde prestó declaración.

Fuentes policiales señalaron que la chica fue muy escueta en su relato. Tan solo contó que se había marchado voluntariamente de su casa y que se trasladó a Málaga.Tras estar en la ciudad andaluza, supuestamente con un amigo al que le vendió el ordenador, regresó a Madrid. "Sabíamos que estaba ya por la zona. Dejó un mensaje en Tuenti el día 29 por la noche diciendo que regresaba. Además, habíamos recibido muchas llamadas de que la habían visto por Madrid", comentó el padre en la puerta de la sede de la Policía Municipal.

La menor dio un fuerte abrazo a su padre cuando le vio y no paró de llorar. De hecho, tuvo que ser atendida por psicólogos del SAMUR antes de su traslado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Esto ocurrió alrededor de las seis y cuarto de la tarde. La montaron en un coche camuflado que salió escoltado por tres patrullas. "Tiene una rabieta enorme y no para de llorar. No nos ha dicho nada de lo que ha hecho. Físicamente se encuentra bien", destacó Jesús María, que agradeció la ayuda que había mostrado mucha gente ante la desaparición de su hija.

En el momento del hallazgo, la joven iba con otros dos chicos de origen rumano. Supuestamente pertenecían a la familia que la acogió desde que regresó. "Estamos muy contentos. Sabemos que estaba acompañada, pero no nos ha dicho quiénes son", añadió el progenitor.

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El hallazgo de la menor se produjo dos días después de que fuera detenido en Málaga un amigo de la joven, Zouhir Chakri, un magrebí de 19 años con diversos antecedentes. El titular de un juzgado de la ciudad andaluza le dejó ayer en libertad con cargos acusado de un delito de inducción al abandono de hogar de una menor.

La menor, a la salida de la sede de la Policía Municipal.ULY MARTÍN

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