Escaso relumbrón dialéctico en la primera sesión de control al alcalde
Cedida la presidencia (a Paz González, en el centro de la imagen), Alberto Ruiz-Gallardón (izquierda) se sentó ayer en su escaño en el primer pleno ordinario. Eso le facilitó ausentarse en varias ocasiones de forma discreta, pero sobre todo permitió celebrar la primera sesión de control al alcalde de la historia. El líder de UPyD, David Ortega, y el del PSM, Jaime Lissavetzky (derecha) interrogaron al alcalde sobre asesores y competencias, en una sesión algo desganada (varios ediles del PP y PSM, incluso algún delegado, aprovecharon para leer el periódico). El debate político solo se galvanizó...
Cedida la presidencia (a Paz González, en el centro de la imagen), Alberto Ruiz-Gallardón (izquierda) se sentó ayer en su escaño en el primer pleno ordinario. Eso le facilitó ausentarse en varias ocasiones de forma discreta, pero sobre todo permitió celebrar la primera sesión de control al alcalde de la historia. El líder de UPyD, David Ortega, y el del PSM, Jaime Lissavetzky (derecha) interrogaron al alcalde sobre asesores y competencias, en una sesión algo desganada (varios ediles del PP y PSM, incluso algún delegado, aprovecharon para leer el periódico). El debate político solo se galvanizó con la respuesta del vicealcalde, Manuel Cobo, a Pérez sobre la reestructuración administrativa; y, luego, con el encontronazo dialéctico sobre la Casa de Campo de la socialista Ruth Porta y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella.