Crítica:ROCK | Supersubmarina

Intensidad de fácil digestión

El cuarteto Supersubmarina no parece formación con pedigrí suficiente como para encabezar un cartel del Día de la Música, pero tras el derroche de efectivos el sábado y el domingo en el Matadero, planeaba anoche sobre el Circo Price una cierta sensación de resaca. Y sin embargo, estos veinteañeros jiennenses cubrieron bien el expediente gracias a ese rock intenso, pero de fácil digestión, que les está granjeando evidentes simpatías juveniles.

Son frescos, cantan en castellano y transitan esa línea delgada entre la teórica autenticidad indie y el rock con vocación comercial. José ...

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El cuarteto Supersubmarina no parece formación con pedigrí suficiente como para encabezar un cartel del Día de la Música, pero tras el derroche de efectivos el sábado y el domingo en el Matadero, planeaba anoche sobre el Circo Price una cierta sensación de resaca. Y sin embargo, estos veinteañeros jiennenses cubrieron bien el expediente gracias a ese rock intenso, pero de fácil digestión, que les está granjeando evidentes simpatías juveniles.

Son frescos, cantan en castellano y transitan esa línea delgada entre la teórica autenticidad indie y el rock con vocación comercial. José Marín, Chino, es dueño de una voz aguda y poderosa que le reportará buenos réditos mientras no sucumba a tentaciones bunburyzantes. Y temas como Niebla o Granada fueron coreados con fruición por unos cuantos cientos de gargantas.

Antes habían asomado los enérgicos mallorquines The Last Dandies, que ya en marzo salieron airosos de El Sol y ayer refrendaron su empeño por erigirse en una alternativa local de Arctic Monkeys, salvando unos cuantos metros de distancia. Pero Toni Cobretti, el cantante, tiene su puntito de desfachatez, la voz arrastrada, ego de artista y hasta una delgadez pareja a la de Alex Turner. Al principio de la velada, Russian Red estrenó su tema Conquer the world (aunque fallara siempre en la misma cejilla) y dio paso al documental Día de la Música Heineken, que narra la vida en carretera de 10 bandas nacionales e internacionales. Es ambicioso en términos formales y aburridísimo en contenidos: salvo el hilarante guitarrista de PS I Love You (Paul Saulnier, una versión metalera de James Belushi), la colección de tópicos es dolorosa.

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