Las consecuencias del 22-M

Garantía de futuro

Más fuertes, más unidos y con más ganas de seguir trabajando por la Comunitat Valenciana. Ésa es la lectura de una victoria electoral arrolladora que demuestra que los valencianos siguen apostando por el PP porque es el único partido capaz de solucionar sus problemas, el que ha demostrado que puede generar empleo, el que trabaja por el bienestar de las personas, el que defiende nuestros intereses y el que da garantía de futuro.

Los populares estamos a pie de calle, pegados a la realidad. Hemos sabido adaptarnos a las circunstancias y hemos gobernado siendo los ojos, los oídos y las mano...

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Más fuertes, más unidos y con más ganas de seguir trabajando por la Comunitat Valenciana. Ésa es la lectura de una victoria electoral arrolladora que demuestra que los valencianos siguen apostando por el PP porque es el único partido capaz de solucionar sus problemas, el que ha demostrado que puede generar empleo, el que trabaja por el bienestar de las personas, el que defiende nuestros intereses y el que da garantía de futuro.

Los populares estamos a pie de calle, pegados a la realidad. Hemos sabido adaptarnos a las circunstancias y hemos gobernado siendo los ojos, los oídos y las manos de todos los ciudadanos.

No es casualidad que los valencianos hayan dado su confianza al PP de Francisco Camps de forma masiva, que hayan querido que el PP tenga un escaño más en el Parlamento autonómico, porque saben que es la manera de que durante los próximo cuatro años 55 diputados, de los 99 que tiene el hemiciclo, estén velando por sus intereses, dando voz a sus problemas y trabajando para dar soluciones.

Un apoyo histórico con el que los ciudadanos han dado por primera vez en la democracia la tercera mayoría absoluta consecutiva a un presidente de la Generalitat. Eso lo ha logrado el presidente de todos los valencianos, Francisco Camps.

Una confianza que también ha tenido su reflejo en el ámbito municipal, con la victoria del PP en las tres capitales de provincia, lo que suman 391 ayuntamientos de los 542 municipios, más del 72%, y la mayoría absoluta en 302 localidades.

Y es que tampoco es casualidad que los populares hayan ganado en ciudades históricamente socialistas como Elx, Onda o Gandía. Son ciudades hartas de gobiernos de opereta y políticas extravagantes que no hacen más que alimentar el bucle de paro y desprestigio al que el PSOE ha abocado a España.

La Comunidad Valenciana se ha sumado al grito que han dado todos los españoles para pedir el fin de Zapatero, el fin del PSOE. Un partido de ocurrencias en el mejor de los casos, porque no van a ningún sitio, y recetas destructivas cuando tiene la vara de mando.

Un partido al que los valencianos, los alicantinos y los castellonenses han empujado por un precipicio en el que sólo encuentran vacío: vacío de ideas, vacío de políticas, vacío de programas, vacío de responsabilidad, vacío de personas preocupadas por esta tierra.

Las luchas internas de los socialistas valencianos, la estrategia de acoso y derribo al PP y la campaña de crispación que han llevado a cabo le han alejado de los ciudadanos y le han valido una brecha abismal con los populares de 22 escaños. Más de medio millón de personas de diferencia entre lo que ya es un partido residual de un PP que renace más comprometido y con la responsabilidad de seguir por el camino emprendido, concienciados que con esfuerzo y trabajo no vamos a defraudar a los ciudadanos.

Cada día, cada esfuerzo, cada proyecto es un argumento más que justifica la reválida de la confianza que los ciudadanos han puesto en el PP. Un apoyo social que vamos a seguir manteniendo porque está basado en el trabajo por y para todas las personas. Las que nos han votado y las que no. Porque el PP gobierna para todos y así lo ha demostrado.

Seguiremos en la línea de inversión, de apuesta por los servicios sociales, con el objetivo de generar empleo y, en definitiva, de seguir haciendo grande el proyecto del Partido Popular, que es el proyecto de las personas, el que genera confianza, empleo, bienestar y prosperidad y que es el único capaz de ganar el futuro.

Antonio Clemente es secretario general del PP.

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